sábado, 14 de julio de 2012

Lo prometido es deuda (1)

Partido de fútbol que nos ganaron las chicas por culpa del árbrito.

   Nada más terminar el discurso, todos los asistentes fueron invitados a un vino español, en el que, entre trago y trago, fueron enterados de los actos que había programados para que la tarde noche de aquel histórico día, pasara a la posteridad.
   Por la tarde, los aficionados a la poesía pudieron disfrutar de un espléndido recital que el grupo riojano OJA, ofreció sin cobrarnos ni un real (ni siquiera el desplazamiento desde Logroño), en el que, una vez terminado, se abrió un enriquecedor coloquio con la participación de todo el personal.
   Después de cenar, el conjunto musical “Papá Goriot” (también sin cobrarnos ni un real), amenizó la noche ofreciendo un gran concierto, en el que centenares de najerinos y visitantes se divirtieron a rabiar.
   Una vez inaugurado el local, y oficializado el Club Juvenil Malpica, una de las primeras cosas que sus directivos hicieron (para entonces ya existían la Peña Club Juvenil Malpica, y su órgano de expresión: la revista Malpica), fue reunirse en repetidas ocasiones con los gobernantes de nuestra ciudad, para exponerles sus proyectos e ideas y demandarles algún tipo de ayuda, con la que poder afrontar los cuantiosos gastos que los diferentes actos que pretendían llevar a cabo les iban a ocasionar.
   Mas como todas las reuniones fueron estériles (cosa rara,  ¿verdad?), los miembros del Club Juvenil nos dividimos en dos sectores: por un lado, los miembros de la Peña, y por otro, todos los demás, y comenzamos una frenética campaña de recaudación de fondos por los distintos comercios de la ciudad, para poder enriquecer con ellos los programas de fiestas y la vida social, con Gymkhanas motorísticas y automovilísticas, partidos de fútbol, recitales, exposiciones, charlas, funciones de teatro y algunas actividades más.
   Y he de decirles a ustedes, amigos lectores, que en un abrir y cerrar de ojos, todos los najerinos y visitantes pudieron disfrutar de verbenas amenizadas por “Papá Goriot”, en las que se celebraban divertidos concursos de disfraces; de conciertos de altura, protagonizados por Fermín Valencia, Carmen, Jesús e Iñaki, La Bullonera, Adolfo Villaroya y Antonieta Larrea, entre otros, y de Gymkhanas motorísticas, partidos de fútbol y otras actividades más.
   Pero el Club Juvenil Malpica significó muchísimo más que todo eso para nuestra ciudad. Prueba de ello fueron los constantes enfrentamientos que sus miembros nos vimos forzados a mantener con algunos gaznápiros del pueblo, que se empeñaban una y otra vez en ponernos cuernos, rabos y tridentes a todos nosotros, para que no se integrara en el Club Juvenil (entonces éramos 260 socios ya) ningún joven más. Y es que, aunque ahora mismo pueda parecerles mentira a ustedes, amigos lectores, en aquellos tiempos Nájera estaba dividida o seccionada en dos: La Nájera habitada por los de los barrios altos, y la que habitaban los demás. De hecho hubo dos Peñas. La ya citada, Malpica, del casco antiguo, y La Promesa, de los barrios altos, auspiciada, si la memoria no me traiciona, por una asociación vecinal.
   Pero volviendo al Club Juvenil, que ahora mismo es lo que a ustedes y a mí nos interesa de verdad, es menester que les cite algunas de las actividades que llevó a cabo, para que vean, en toda su amplitud, en qué medida contribuyó al desarrollo de la ciudad.