Nunca jamás me ha costado tanto encontrar un titular para una entrada del blog. Lo de anoche fue un acto electoral encubierto; una encerrona; una burda comedia; una decepción inmensa para los amantes del río Najerilla. Cuando usted, señor Dorado, dijo que se iba a hacer cargo de la redacción del Proyecto de Rehabilitación del talud de la margen derecha del río Najerilla a su paso por Nájera, teniendo en cuenta todas las propuestas, ideas, recomendaciones o soluciones presentadas por entidades, grupos ecologistas, ciudadanos y partidos, yo, ingenuo de mí, me lo creí. Pero anoche, en la presentación que hicieron en la sala anexa al Cine Doga, me sentí defraudado y estafado: el proyecto elegido es el del Equipo de Gobierno, Psoe y Ciudadanos, aminorado, aunque fuera aprobado por unanimidad en el Pleno Ordinario de Agosto de 2022. Después de los vergonzosos acontecimientos que vivimos, y las gravísimas acusaciones vertidas por el Alcalde socialista contra un ciudadano, creí que su mediación no formaba parte de semejante esperpento; pero la política, desgraciadamente, siempre se impone a lo sensato. Gastarse 450.000 euros en una escollera como la de la margen izquierda, aunque vaya cimentada por debajo, sin adoptar una solución global y a sabiendas de que cada año o cada dos años van a tener que meter maquinaria pesada al río para retirar el cascajo que depositen las crecidas, es tirarlos. El verdadero problema está aguas arriba del tercer puente, y ahí, según dijeron ustedes, no van a meter mano. Declarar que los fondos europeos pueden pagar íntegramente el proyecto, y ser tan poco ambiciosos, es absolutamente inextricable. Y que usted escuche impertérrito de labios de un componente del Equipo de Gobierno “que si hay que retirar el cascajo del lecho como se ha hecho siempre, se hace y no pasa nada”, lo es mucho más. Lo único que tiene de bueno el proyecto, es lo que muchas entidades, asociaciones, grupos y particulares impusimos: “la correcta y sostenible gestión del riesgo de inundación de Nájera, recuperando dos ojos del puente de San Juan de Ortega y retirando los rellenos de la margen derecha". ¡Y con eso me quedo!
