lunes, 28 de noviembre de 2011

De vuelta a la realidad.

Trampa en la que cayó el niño.
   En este puñetero pueblo en el que nos ha tocado en suerte vivir, los sueños duran un par de pimientos. Ya que los cachazudos que nos gobiernan te devuelven a la realidad en un abrir y cerrar de ojos. Y de eso se trata, precisamente, de abrir bien los ojos. Porque la semana pasada (casos parecidos ocurren a diario en nuestras maravillosas plazas y calles), un niño estuvo a punto de romperse una pierna, cuando accidentalmente metió el pie en el peligrosísimo agujero existente en la tapa del alcantarillado que muestra la fotografía, mientras esperaba en el banco situado entre las calles San Juan y San Fernando, a que su madre hiciera la compra en el supermercado. Y lo de romperse la pierna, con ser grave, que lo es, hubiese sido lo de menos, ya que por dicho lugar circulan muchísimos vehículos a diario. Esperemos que no tenga que caerse nadie más, para que se le ponga pronto remedio.