sábado, 18 de marzo de 2023

Ayer se me murió Elvira.

Ayer se me murió Elvira; una mujer hermosa en el sentido más amplio y profundo de la palabra. Y solo una cosa me consuela, que ha estado mejor atendida que una reina. Desde que Elvira perdió a Federico, su marido, mi buen Amigo Ramón siempre se ha desvivido por ella, y juntos han disfrutado de todo cuanto se puede disfrutar en esta vida. Cuando su salud se resintió y las fuerzas le flaquearon, Ramón la cuidó con admirable abnegación y entrega, hasta que ayer la Parca vino a su casa por ella. Por razones obvias, no tuve la fortuna de disfrutar mucho de su agradable compañía, pero sí estuve lo suficiente con ella como para saber que era una persona muy inteligente para su época. Elvira fue una mujer culta, dulce, atenta y bondadosa; una madre excepcional, y una gran esposa. Por eso, Ramón, Fede, Carmelo, Rita, Maricarmen, David, Ana, Borja, Aitana y Maia, podéis sentiros muy orgullosos de ella. Comparto vuestro dolor, porque algo de mí se ha ido también con ella.