Que una ciudad como Nájera tenga una Brigada de Obras tan mermada es absolutamente intolerable. Tener a dos oficiales de albañilería, uno de electricidad y otro de jardinería -los únicos cuatro miembros que hay- montando y desmontando escenarios, colocando banderolas, limpiando arquetas, pintando pasos de cebra, colocando señales de tráfico, reponiendo bordillos y baldosas e intentando que no se seque la yerba, es una auténtica locura. Nuestra ciudad, a pesar de los malos gestores que ha tenido, es lo suficientemente importante como para que cada área tenga como mínimo un oficial y un par de operarios. Siempre ha sido así. Y esta es una realidad incontestable. El Ayuntamiento de Nájera tiene la obligación de buscar empleados con urgencia, ya sea través de convenios con el INEM, con el Gobierno de La Rioja, con el nacional, o con Bruselas. Si no lo hace, nuestra ciudad puede convertirse en un abrir y cerrar de ojos en una aldea. Ahora mismo, a las puertas del verano, las bombas de agua están rotas; la maquinaria estropeada y/o vieja, y la yerba seca. ¡Ustedes mismos!
