jueves, 12 de marzo de 2015

Que la realidad es muy tozuda.


    De las cosas más sorprendentes que he leído últimamente, la de la casa de la familia Urbina Villar se lleva la palma. No solo no les avisan de que van a desprender parte de la gunita sobre su patio, sino que después de denunciar aquí que además de destrozarle la tapia podían haberles matado los dos perros que tienen allí, van y declaran que “tras caer parte de la gunita en una casa abandonada, los operarios tuvieron que salvar a dos perros que se encontraban en el patio”. ¡Con un par! En fin. Menos mal que la realidad es muy tozuda, y, aunque me imagino que estos incompetentes que nos desgobiernan no les habrán pedido perdón, por lo menos les han arreglado la tapia.