Llevan nuestros gobernantes riéndose de peregrinos y najerinos. Se te cae el alma al suelo, sobre todo en verano, cuando ves que los peregrinos se aproximan exhaustos a la fuente a refrescarse y beber un trago de agua, y comprueban que no funciona. Lo mismo ocurre con los najerinos en fechas concretas, como la “Marcha contra el Cáncer”, por ejemplo, cuando al pasar junto a ella intentan aplacar la sed y refrescarse un poco, y comprueban que no tiene grifo. ¿Hasta cuándo vamos a consentir esto? Nuestros mendaces e indolentes gobernantes llevan semanas diciéndonos hasta la extenuación “que nunca jamás ha llegado tanto dinero a nuestra ciudad como ahora, gracias a la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu”. Si esto es así, ¿por qué no hay quien les venda un grifo?
