miércoles, 11 de septiembre de 2013

Este pueblo es una ruina.

    Sin terminar de arreglar una cosa, se estropean ochenta. Abrimos al tráfico la carretera de Peñaescalera, después de estar meses cerrada por desprendimientos de rocas, y cortamos un trozo de acera del Arrabal de la Estrella, obligando a los viandantes a bajarse a la carretera, porque se les puede caer un alero en la cabeza. ¡Tiene narices la cosa!