martes, 19 de septiembre de 2023

Sigue siendo el día más hermoso.

El Día de las Paellas sigue siendo el más intenso y hermoso de estas fiestas. Desde por la mañana, multitud de najerinos y najerinas se echan a la calle y se dirigen a la explanada del Paseo de San Julián con sus paelleras, sus neveras, sus sillas, sus mesas y los ingredientes de la paella; unos, a ocupar las parcelas designadas por el Ayuntamiento para que elaboren la paella del concurso, y otros, a coger los lugares más arbolados para disfrutar de la fresca cuando se dispongan a comérselas. Antes de eso, mientras preparan la leña, las bombonas de butano o propano y los ingredientes para hacerla, se meten entre pecho y espalda un tentempié acompañado de buen vino de Rioja y cervezas. Después, una vez entregados los premios del concurso, el Ayuntamiento comienza a servir las raciones de la paella popular -sigo pensando que es muy caro pagar siete euros cincuenta-, y los que no han concursado, a comérsela. La instantánea de unos y otros comiéndose en bendita hermandad las paellas, es hermosa. Cuando han dado buena cuenta de ellas, sacan los pasteles y los licores, y se tiran tres horas de sobremesa, para dirigirse después a la Plaza de España a seguir la juerga. Este año, el concierto de “la edad de oro del pop español”, que puso el broche final a las fiestas, fue un auténtico lujazo. Antes de este apoteósico concierto, Ayuntamiento y jurado procedieron a la entrega de premios del concurso de pinchos, presentado y dirigido por nuestra querida periodista Mariola. Y no quiero terminar la entrada sin pedirles humildemente perdón a todos aquellos que no aparezcan en ella, porque fueron tantas las cuadrillas que hubo, que es imposible ponerlas a todas.