viernes, 19 de junio de 2020

Nájera toda es un peligro.

Pasear por Nájera se ha convertido en un deporte de riesgo. No existe una sola calle; una sola plaza; un solo solar; un solo rincón, que no constituya un auténtico peligro. En el que nos detenemos hoy, está en la mismísima ribera de la margen izquierda del río Najerilla, donde los niños juegan a diario en el yerbín, y los jóvenes y mayores pasean plácidamente entre puentes. Se trata de una arqueta que sobresale más de 20 centímetros del yerbín y la tierra, en la que ya se han caído varios niños, y algún día puede haber una tragedia. ¿Tendremos que esperar a que esto suceda?