domingo, 24 de julio de 2011

¡Quién lo iba a decir!

Cementerio Norteamericano.
   Mecachis en la mar. Ahora se han dado cuenta nuestros gobernantes de que sin árboles no hay sombra. Mira que se lo dijeron por activa y por pasiva. Pero nada. Hasta que no lo inauguraron y comprobaron insitu que allí no hay quien pare, no se han dado por aludidos. Y ahora se plantean la siguiente cuestión: Una vez hecho el cementerio norteamericano, perdón, el merendero, habrá que dotarlo de sombra de alguna forma. Pero, ¿cómo? ¿Con una marquesina? ¿Con un toldo? ¿Con árboles de crecimiento rápido...? Si hubiesen colocado las mesas entre los árboles, aunque luego los hubiesen ido talando paulatinamente, mientras plantaban otros, jamás se les hubiese presentado esta difícil papeleta. Porque como opten, ¡que optarán!, por colocar una marquesina, el impacto paisajístico va a ser salvaje. Cuánto mejor lo habrían dejado como estaba: ¡Como Parque!