miércoles, 21 de abril de 2021

Cinco entidades nacionales aportan ideas para la rehabilitación de la ribera.

Las entidades Fundación Nueva Cultura del Agua, Centro Ibérico de Restauración Fluvial, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y AEMS-Ríos con Vida hemos participado en el proceso abierto por el Ayuntamiento de Nájera para la recogida de propuestas, ideas, recomendaciones o soluciones para el acondicionamiento de la margen derecha del río Najerilla en su tramo urbano. Dichas entidades, que engloban una amplia diversidad de ámbitos y personas expertas relacionadas con los ecosistemas fluviales, su estudio, gestión, restauración, conservación y pesca sostenible, mostramos nuestra satisfacción por la apertura de este proceso de recogida de ideas entre la ciudadanía. De hecho, bien pudiera representar un punto de inflexión en la gestión fluvial en Nájera, aunque lo consideramos insuficiente. Los procesos participativos deben partir de la formación de la ciudadanía y garantizar el desarrollo de debates entre las partes interesadas bajo el asesoramiento de personas expertas y garantizar el seguimiento de los mismos. Sin embargo, nada de esto se ha puesto en marcha en Nájera. En cualquier caso, hemos querido hacer llegar una serie de propuestas generales a considerar en la intervención que se vaya a desarrollar en este tramo fluvial. Para ello, desde cada entidad hemos presentado diferentes propuestas, si bien todas ellas presentan líneas de intervención comunes. En primer lugar, recordamos que los problemas de erosión que viene sufriendo el tramo fluvial del río Najerilla en Nájera en su margen derecha están relacionados con la rectificación, estrechamiento y semicanalización del tramo fluvial, así como del ajardinamiento de la ribera, llevados a cabo en la década de los 80 del siglo pasado. Este estrechamiento del cauce implica que el mismo no tenga capacidad para desaguar cuando se producen determinadas crecidas. En este sentido, remarcamos que cualquier intervención que se haga debe considerar este aspecto y tratar de revertirlo, y en ningún caso intensificarlo. Asimismo, cualquier actuación en dicho tramo fluvial deberá proyectarse acorde al conocimiento científico y a la normativa y estrategias en vigor: Directiva 2007/60 de Evaluación y Gestión de los Riesgos de Inundación, Directiva Marco del Agua (DMA; 2000/60/CE) y Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (ENRR), del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Entre los objetivos de este marco normativo se encuentra minimizar los riesgos de inundación de la población y proteger su patrimonio cultural y natural, garantizando el uso racional del espacio fluvial y conservando y recuperando el buen estado ecológico de los ríos. Una solución que integre todos estos componentes difícilmente podrá ser tomada sin considerar el tramo fluvial en su conjunto, incluido el tramo aguas arriba del núcleo urbano de Nájera. Se han de favorecer procesos naturales en esa zona, cediendo espacio al río, para reducir su poder erosivo en el núcleo urbano. Una intervención dura, del tipo de una escollera en las zonas recientemente erosionadas aguas arriba, aumentaría la velocidad de la corriente y su poder erosivo. De igual manera, una escollera en el talud erosionado del tramo urbano no haría sino intensificar el poder erosivo y la posibilidad de inundación aguas abajo, donde precisamente mayor riesgo existe, y con una importante dotación de servicios públicos en zona inundable. Y en este caso, junto con la escollera existente en la margen izquierda, acrecentaría los problemas de incisión en  el fondo, que ya son evidentes en todo el tramo urbano, con consecuencias negativas para la propia estabilidad de la escollera y de los puentes. Remarcamos que habría que tender hacia otras alternativas para fijar el talud, basadas en el respeto al ámbito fluvial y en herramientas como la bioingeniería, igual de seguras que otras medidas más duras, y que podrían permitir al río un mayor desarrollo lateral, recuperando incluso la funcionalidad de algún ojo del puente de San Juan de Ortega. Asimismo, este tipo de intervenciones garantizan un menor impacto ecológico, lo cual adquiere una dimensión de gran importancia, no solo por el gran valor ecológico del tramo, sino porque el río Najerilla aporta una gran variedad de servicios ecosistémicos a la ciudadanía, relacionados con su papel como zona de ocio y esparcimiento, pesca, turismo, belleza y valor sentimental. En este sentido, la construcción de una escollera en la margen derecha, junto con la existente en la margen izquierda, conduciría a la canalización de facto del río, el cual perdería gran parte de los valores anteriormente citados. Como conclusión, creemos que las medidas que se tomen deben considerar un tramo fluvial amplio y estar basadas en los conocimientos que aportan la hidromorfología y la ecología fluvial, así como posibilitar procesos de consulta y participación de la ciudadanía. No nos conformemos con un río canalizado basado en actuaciones propias del siglo pasado. Convirtamos al Najerilla en Nájera en un modelo de gestión fluvial segura y sostenible, un ejemplo para mostrar a la ciudadanía y a las personas visitantes. Y no seremos los únicos en hacerlo, ni mucho menos. De acuerdo a estas líneas básicas de intervención se han venido restaurando una gran variedad de tramos fluviales en España, entre los que destacan por su gran impacto mediático, los ríos Besós en Barcelona o Manzanares en Madrid, cuya restauración fluvial se ha convertido en una seña de orgullo para toda la ciudad. Tomemos ejemplo y sigamos las recomendaciones de la normativa y de la Ciencia. Por último, las entidades citadas hemos mostrado al Ayuntamiento de Nájera, una vez más, nuestra entera disposición para colaborar en el desarrollo de las diferentes propuestas indicadas.