La fiesta de Halloween, además de comenzar media hora más tarde de lo previsto -comenzó a las 19’00 horas-, se pudo convertir en una auténtica pesadilla. La gente que había acudido al Pabellón Multiusos comenzó a abandonarlo nada más caerse el primer hinchable con los niños subidos. Pero la desbandada total se produjo cuando se volvió a caer por segunda vez. Fue entonces cuando todos abandonaron el Multiusos visiblemente enfadados, y se dirigieron a la Plaza de España a que se les pasara el disgusto, mientras sus hijos e hijas, ajenos a la indolencia de nuestros gobernantes, practicaban felizmente lo del truco o trato.
