sábado, 31 de mayo de 2025

Hoy ha muerto un hombre “imprescindible”.

«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles» -Bertolt Brecht- 

Hoy ha muerto Txema Arenzana, antiguo militante liberado de la ORT -Organización Revolucionaria de Trabajadores-. Cuando me lo ha comunicado su hermano Benito, me he quedado petrificado. Txema dedicó toda su juventud a la lucha contra la dictadura franquista, presentándose, después, una vez conquistada la democracia, a varias elecciones como cabeza de lista de la ORT y del PTE-ORT. Ésta fue la última. Comenzó su andadura como un militante más, pero fue adquiriendo compromisos tan fuertes con el partido, que pronto lo dejó todo para dedicarse en cuerpo y alma a él. Txema estuvo muchos años en busca y captura por ser uno de los principales dirigentes, pero nunca lo llegaron a detener, porque su trabajo como Interventor de Fondos en el Ayuntamiento de Errentería -Guipuzkoa-, fue una tapadera perfecta para él.  En una ocasión, la Guardia Civil confundió a su hermano Ramón con él, y, tras rodear la casa donde vivieron en la Calle Mayor, lo detuvieron poniéndole una pistola en la sien. El 25 de Octubre de 2024, cuando presentó en la sala anexa al Cine Doga su último libro, “Testimonio de una época”, después de contarnos las peripecias que tuvo que vivir para llegar a conseguir una jubilación feliz, nos prometió que íbamos a disfrutar de una segunda parte del libro, pero eso ya no será posible. La Parca se lo ha llevado hoy en sus alas negras. ¡Quién me iba a decir a mí, Camarada Txema, que esa iba a ser la última vez que te iba a ver! Aprovecho estas tristes líneas para darles mi más sentido pésame a tus familiares, que, como bien sabes, son los míos también. ¡Hasta la victoria siempre!

Si te topas con ellas, no las cojas.

Si paseando por el campo o por la ciudad te topas con crías de gorrión en el suelo, no las cojas. No están abandonadas. Están aprendiendo a volar bajo la atenta mirada de sus padres.