jueves, 18 de febrero de 2021

En Nájera es muy peligroso estar sano.

Sé que el título de esta entrada os puede parecer una contradicción, pero tratándose de los árboles de Nájera, amigos míos, es una aseveración cargada de razón. Ya no sé la cantidad de veces que he pedido desde este blog que el plátano muerto que preside el comienzo del Paseo de San Julián, a la altura del Camping El Ruedo, sea podado, talado o convertido en una escultura relacionada con este bendito don. Pero nuestros impertérritos gobernantes parecen no estar por la labor. Sin embargo, los árboles sanos terminan en el suelo troceados, ya sea por su inclinación, por su altura, por su volumen, por estar cerca de las líneas de alta tensión o por una desafortunada decisión.