miércoles, 8 de julio de 2020

Ya están desmontados los andamios del Palacio.


Las obras de rehabilitación que se estaban llevando a cabo en el Palacio de los Marín de Rodezno, adquirido recientemente por ASPRODEMA para vivienda de los usuarios del Centro de Atención Diurna, de Avda. de La Sierra, están prácticamente acabadas. Esta mañana han comenzado a desmontar los andamios, y ya solo falta rehabilitar la cabeza del escudo, y recuperarlo íntegramente con un tratamiento de láser, si llega el presupuesto. Esta casa, inventariada en el número 1 de la Calle Cuatro Cantones, aunque, en realidad, la entrada la tenía en la Calle Mayor, es de tres plantas en sillería, rehecha la inferior, con vanos adintelados de placa y oreja, balcones y herrajes del XVII y escudo en esquinazo a la Calle Mayor, sobre cruz de Calatrava, cuartelado primero de cinco cabezas de moro y brazo armado, segundo de torre, tercero terciado en palo de bandas, tres lises y león rampante a árbol y medio partido de espada tronchada por banda, cuarto de tres lises tronchado por banda y quinto en punta de ondas el todo con bordura de aspas; estaba construida para 1675 por don Francisco Marín de Rodezno. El Palacio fue adquirido posteriormente por su sobrino, Juan Marín de Rodezno, Obispo de Badajoz, presidente y fiscal de la Inquisición, quien lo donó a la ciudad de Nájera. Su tío, Francisco, fue canónigo de Toledo, presidente de la Chancillería de Granada, consejero de Castilla, señor de la villa riojana de Rodezno, fundador de la capilla de San Francisco en su parroquia natal de Santa Cruz de Nájera y autor de valiosos informes y obras jurídicas. Ambos donaron a la ciudad, además del Palacio, muchas obras de arte. Y, sin embargo, en Badajoz son alabados, celebrados, loados, ensalzados… y aquí no los conoce nadie.

Los peregrinos vuelven a pasar por nuestra ciudad.