viernes, 6 de abril de 2018

El Paseo está hecho un pedregal.


Nunca ha estado tan abandonado el Paseo de San Julián. Hasta no hace muchos años, Angelito, cuando podaba, tenía la “mala” costumbre de barrer el Paseo, dejándolo más limpio que la patena. Y además de eso, de cuando en cuando, extendía y apisonaba unos cuantos camiones de tierra. Ahora mismo, además de estar lleno de trozos de ramas de la salvaje poda, está hecho un pedregal. Y sin embargo, se encuentra de maravilla el tramo que conduce desde el final a la compuerta del Molino de San Julián. Es una auténtica vergüenza que mantengan en este lamentable estado una Maravilla Natural. Por favor, ¡devuélvanle la dignidad!