martes, 30 de junio de 2015

Lo mejor, los Músicos.

Presente...

    El día San Pedro fue un tanto extraño. Apretaba mucho el calor y se le dio mucho al frasco. Las Vueltas estuvieron geniales. Así como el recorrido hasta la Plaza de España y las Vueltas finales. La zona ya fue otra historia. El calor agobiaba y había que refrigerarse. Los más precavidos le pegábamos a la Shandy, porque resultaba muy arriesgado quitar la sed con cervezas normales. Fue un día de luces y sombras, ya que algunos ni saben beber, ni saben lo que significan los “sanjuanes”. Pero fueron los menos. Y creo poder afirmar que fue un gran San Pedro, en líneas generales. Lo mejor, sin duda alguna, fueron nuestros Músicos. A pesar de haber sudado a mares hasta llegar a la Plaza de España, supieron contagiarse de la alegría de los danzantes, y, en una perfecta comunión, disfrutamos y nos emocionamos unos y otros a partes iguales. Dieron las tres Vueltas de rigor, más un bis, otro bis, y aplausos a raudales. Quede, pues, aquí reflejado, que nuestros Músicos son geniales.

Y futuro.

domingo, 28 de junio de 2015

Días de fruta y besos.


    Hoy quiero acordarme de ellos. De todos los “sanjuaneros” que ya no están entre nosotros. Quiero verlos dirigirse al cascajo a tomarse el chocolate con anís, ávidos de dar las Vueltas alrededor del viejo Quiosco. Han estado todo el año recogiendo chatarra o haciendo “chapuzas” para costearse las meriendas y los almuerzos, y confeccionando los artesanales paraguas de madera cubiertos con carteles de cine, y los ingeniosos inventos. Todos están nerviosos. Es el tiempo de la fruta y de los besos. Las najerinas se han puesto esos hermosos e insinuantes vestidos que dejan pieles níveas e impolutas al descubierto, y ellos saben que después de danzar alegremente con ellas en las Vueltas y durante el recorrido hasta la Plaza de España cantando el riquísimo folclore sanjuanero, vendrá el baile vermú en el Cine Doga y en el Cinema Club, donde intentarán dejar trazado el plan para la merienda de la tarde en las frondosas choperas o en las feraces huertas, e intentar robar, bajo la mezcolanza de olores veraniegos, esos ansiados y soñados besos. Los habrá con suerte y llegarán aún mucho más lejos. Pero todos serán inmensamente felices retozando en esos bucólicos parajes que componen huertas, alamedas, choperas, riachuelos, manantiales y Paseo. Después, una vez anochecido, dejarán en sus casas las cestitas, ellas, y los cestos, ellos, y se dirigirán al Casino a intentar fundir en un eterno abrazo sus ardientes cuerpos. Y se irán a dormir felices, porque, picarescamente, han procurado que sobrara merienda para repetir los escarceos amorosos el día siguiente. Y nacerán noviazgos, matrimonios y “sanjuaneros” nuevos. ¡Para todos ellos, con admiración y respeto!

miércoles, 24 de junio de 2015

No se le puede pedir más.


     A pesar de que los centenares de jovenzuelos que a primeras horas de la mañana se han apostado en la ribera del río Najerilla hacían presagiar lo contrario, todo ha salido de maravilla. El sol ha lucido sobre un cielo infinitamente azul, y la temperatura ha sido la propia de un día sanjuanero: calor al sol, y a la sombra fresco. Los najerinos han almorzado a cuerpo de rey, y, antes de dar las Vueltas, han tomado café y copa en los diferentes bares de la ciudad, para bailar y brincar incansablemente hasta llegar, después de cruzar la Calle Mayor, a la Plaza de España a dar las tres últimas Vueltas. Las cervezas entraban de maravilla, y el alcohol se quemaba enseguida. El comportamiento ha sido magnífico: juerga, alegría sana e infinidad de saludos y abrazos entre najerinos y forasteros. Los Músicos, como siempre, han estado a la altura, y, en la zona, hemos estado bailando y bebiendo en bendita hermandad hasta bien entrada la noche. Como podéis ver, Cantores míos, no se le puede pedir más a San Juan.

¡Que la Venancia nos proteja!


    Anoche, como manda la tradición, multitud de najerinos desenterramos a la famosa Venancia para que nos de fuerzas y nos proteja durante estas benditas fiestas. Fue la noche de los niños -futuros sanjuaneros- y de una peregrina australiana que, persuadida por esta conocida cuadrilla de najerinos, se quedó a vivir la fiesta con ellos, poniendo en riesgo la continuación del Camino. Hoy va a hacer un sol de justicia, y vamos a sobrepasar los treinta grados. Así que ya sabéis, Cantores míos: Buen almuerzo en las riberas y en el cascajo; buenos lingotazos de vino; café, copa y puro, y a danzar, beber y disfrutar como auténticos najerinos. Y el que pueda, que culmine la fiesta como se culminaba en sus inicios. Pero sobre todo, ¡respetadme a nuestros impagables músicos!

martes, 23 de junio de 2015

¡Benditos Sanjuanes!


Has de bailar y te he de dar perucos, has de bailar y te he de convidar. Ni tú ni tú ni tú, ni tu hermana la pequeña, ni tú ni tú ni tú, ni tu hermana la mayor. En la mañana de San Juan se me cayó el pañuelo, y lo fui a recoger la mañana de San Pedro. ¡Ay, san Juan!, que van y van y vienen. ¡Ay, san Juan!, que vienen y se van… ¡A las 23'00 nos vemos!

¡Benditos Sanjuanes!


Ha venido un carro lleno de tijeras, a cortar el pico a las picoteras, ¡ay Manolé!, ¡ay Manolé!, ¡Ay Manolé qué guapito estaba usted! Vino mi marido canso de segar, se metió en la cama y no me quiso hablar, y si algo me dijo no le contesté, la noche pasada sola la pasé. ¡Ay Manolé!, ¡ay Manolé!, ¡ay Manolé qué guapito estaba usted! Nos han obligado a cambiar de herrero, porque el señor Poli es un chapucero. ¡Ay Manolé!, ¡ay Manolé!, ¡ay Manolé qué guapito estaba usted!