martes, 11 de octubre de 2016

Lo advertí.


Cuando los anteriores gobernantes construyeron el “corral de vacas” en el Alcázar, advertí que eso sólo iba a servir para que algunos jovenzuelos se divirtieran lanzando desde las eras piedras y botellas. Y, desgraciadamente, ha sido así. Hace unos días denuncié aquí mismo que una cuadrilla de najerinos ha estado todo el verano lanzando piedras -algunas de ellas del Alcázar- al camino y a las casas. Pero lo peor de todo, es que no sólo siguen haciéndolo, sino que ahora las lanzan con tiragomas u hondas, porque llegan hasta la Plaza del Mercado. Así las cosas, cabe preguntarles a nuestros gobernantes que hasta cuándo van a permanecer impertérritos ante estas “hazañas” tan peligrosas.