Una inauguración un poco surrealista.

En la mañana de hoy ha sido inaugurada la Residencia “Conde de Rodezno”, ubicada en la esquina de las calles Mayor y Garrán, financiada por el Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Justicia, con un 80%, de un total de 1.275.744,35 euros, y por Asprodema, el resto. La noticia de la adquisición y su posterior rehabilitación se hizo pública en 2018. Pero ha sido hoy, 26 de Octubre de 2021, cuando ha sido inaugurada oficialmente, de un modo un poco buñuelesco. Soslayando quién ha sido el responsable de convocar a los asistentes, resulta muy extraño que ni los concejales del Partido Popular, ni algunos de otros partidos del Ayuntamiento de Nájera hayan sido ni invitados ni avisados del evento. Ni siquiera la Policía Local tenía conocimiento del hecho. -El proceder de nuestro Equipo de Gobierno me parece inmoral y deshonesto-. Pero no es solo eso. La Residencia ha sido inaugurada sin limpiar las piedras de sillería de las fachadas; sin rehabilitar el impresionante escudo, y sin retirar los horribles cables aéreos. Al margen de esto, he de decir que la Residencia acoge a 18 usuarios del Centro de Avenida de La Sierra, y que la superficie total construida es de 969 metros cuadrados, y la útil, de 810. La Residencia permitirá una vida más normalizada e inclusiva de los usuarios, y creará 15 puestos de trabajo. El edificio, inventariado en el número 1 de la Calle Cuatro Cantones, aunque, en realidad, la entrada la tenía en la Calle Mayor, es de tres plantas en sillería, rehecha la inferior, con vanos adintelados de placa y oreja, balcones y herrajes del XVII y escudo en esquinazo a la Calle Mayor, sobre cruz de Calatrava, cuartelado primero de cinco cabezas de moro y brazo armado, segundo de torre, tercero terciado en palo de bandas, tres lises y león rampante a árbol y medio partido de espada tronchada por banda, cuarto de tres lises tronchado por banda y quinto en punta de ondas el todo con bordura de aspas; estaba construida para 1675 por don Francisco Marín de Rodezno.