jueves, 18 de noviembre de 2010

Acceso terapéutico.

   A tenor de cómo solucionaron el acceso a la Ribera del Najerilla, el Arquitecto Redactor del Proyecto del nuevo Puente, no sólo fue católico, apostólico y romano, sino que además fue adivino. Este señor adivinó que en la actualidad iba a haber muchos hombres en el paro, y que esa desgracia o tragedia, iba a aumentar considerablemente el índice de  divorcios. Ante semejante perspectiva, se dijo para sus adentros: “Construyo las escaleras de acceso al río sin rampa, y así, como los matrimonios van a estar todo el día juntos, para que no se agobien ni riñan, las mando a ellas por la Calle Mayor, con el cochecito del niño, a que vean los escaparates de las tiendas, y a ellos por las escaleras, para que, mientras llegan sus mujeres, hablen con sus amigos, a la vez que se toman una cerveza. Y de ese modo, las tengo a ellas, contentas; a los comercios, contentísimos; a ellos, felices; a los bares, ¡para qué te voy a contar!, y al resto de los najerinos, comiendo perdices, ebrios de felicidad.”
   Y mira por dónde, acertó. ¡Si señor; así se construyen Puentes!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo adefesio,algunos se lo comentamos a la alcaldesa antes de su construccion,pero no nos hizo el menor caso.

Raquel dijo...

Si miráis bien, hay muchas barreras arquitectónicas en todo Nájera, pero además creo que ningún bar ni comercio tenga baño para minusválidos.
Eso si que es un problemón, nos ocurrió el día de las paellas que vino un amigo en silla de ruedas, y nos lo comentó.
No digo más.
Besazos axfisiantes Eusebio y Celita

Eusebio Hervías del Campo dijo...

Mal está que existan en negocios particulares, adoradísima mía, pero que el mismísimo Ayuntamiento las siga creando en obras públicas, Raquel mía, es absolutamente intolerable. No obstante, visto lo visto, está claro que estas pijadas a ella no le importan. ¡Pues yo más a ti! ¡Chincha! Y a ti, querido anónimo, decirte que conozco las broncas, que no sugerencias, que recibió de Arquitectos y constructores. Pero ella: ¡No sabe, no contesta! Abrazos.

Anónimo dijo...

Solo un pequeño comentario y creo que no se me escapa, si un minusválido se mea en Nájera, creo que se puede poner pañal. Me da igual público o privado creo que como no mee en la calle, no tiene nada que hacer. Una pena.

Idoia dijo...

El primer día que yo veo este maravilloso acceso, no lo tengo para el olvido. Mi hija acababa de salir de una silla de ruedas a dios gracias después de tres meses, no me podía creer semejante despropósito, yo siempre dije que mi hija me tenía a mi tirando de su silla y no existían las barreras para nosotros, pero no todo el mundo tiene una persona que tire de su silla. Un beso.

Eusebio Hervías del Campo dijo...

En ningún momento he justificado, ni lo justificaré jamás, el que a nadie parezca preocuparle un tema tan serio. Igual me da que sean los dueños de bares, tiendas o comercios. Lo que pasa es que lo construido hace años ya, aunque tiene remedio, construido está. Pero el que se hagan obras millonarias hoy, y encima sean promovidas y financiadas por Organismos Oficiales, como es el caso de nuestro Ilustrísimo Ayuntamiento, sin facilitarles la vida a minusválidos, operados, accidentados y niños, me parece simple y llanamente demencial. Porque, soslayando el respeto que éstas personas puedan merecerles a nuestros gobernantes, ellos, les guste o no, están obligados a darnos a los ciudadanos buenos ejemplos. Abrazos para el anónimo, y para Idoia, besos.

Jorge Rábanos Martínez dijo...

Muy buen post. Hubor y crítica al mismo tiempo.
Una buena forma de opinar.
Un saludo.

Eusebio Hervías del Campo dijo...

Gracias, Jorge. Es un placer saber que andas por aquí. Abrazos.

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