Los vecinos de Samaniego ya estamos preparados.

Ante el cariz que están tomando las cosas entre los Estados Unidos, China y Rusia, los vecinos de la calle Samaniego de Nájera ya nos hemos preparado para, en caso de necesidad, salir de Nájera pitando. He de decir que nos ha costado muchísimo trabajo conseguir camuflar el avión, máxime haciéndolo por las noches, aprovechando que todos los gatos son pardos; pero el resultado compensa el esfuerzo realizado. Lo malo es que algún envidioso -habrá sido Antonio, “El hermoso”-  se ha enterado, y nos ha hecho una foto con un vehículo aéreo no tripulado, para denunciarnos. Espero que no nos lo destruya ninguno de los tres países anteriormente citados. Si así fuera, todas nuestras esperanzas se irían al carajo.

El Ayuntamiento de Nájera ya ha hecho públicos los actos de las próximas Fiestas.

Profeta en su tierra.

En la tarde-noche de ayer, Chema Purón volvió a demostrar que es profeta en su tierra. El Claustro de los Caballeros del Monasterio de Santa María La Real se quedó pequeño. Su concierto, lleno de nostalgia y buenos recuerdos, giró en torno a nuestra ciudad, a La Rioja y al vino. Hizo un repaso de algunas de las muchas canciones que a lo largo de su carrera ha compuesto para muchos cantantes célebres, sobre todo las del “Puma”, e interpretó las de los distintos certámenes internacionales. Tuvo recuerdos, también, para Gloria Carrillo, su compañera del alma y madre de sus dos hijos, de cuando estuvo a miles de kilómetros de ella. Asimismo, nos cantó la que compuso para la Asociación Española Contra el Cáncer, y nos regaló la que ha compuesto para él mirándose en el espejo. Después, pidió que subieran al escenario los miembros de la Coral Najerense, e interpretaron todos juntos “nuestra canción”, según dijo, “Nájera”. Y para finalizar, se desmelenó un poco, y nos interpretó piezas de mucha marcha, con el público en pie y las manos en alto entrelazadas. Y por si todo esto fuera poco, el mago de la luz y el sonido, Andrés Gómez Tejada, nos regaló una iluminación que nos trasladó a otro mundo. ¿Se puede pedir más?