miércoles, 15 de diciembre de 2010

La copa del mundial.

    Los niños de los tres Colegios de nuestra ciudad, han desfilado por el escenario del Cine Doga, para fotografiarse con la copa del mundial, acompañados de sus papás. Afuera, en las inmediaciones del Cine, algún aguafiestas decía sin cesar, que en no sé qué sitio se exhibia otra igual. No hace falta ser ningún lince, para saber que la copa original no puede andar de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, porque tiene muchísimo valor, y la podrían robar. Igualmente, es normal que coincidan muchos pueblos o ciudades en el día de la exposición, porque los responsables de exhibirla quieren que todos los españoles la vean antes de Navidad. Pero la ilusión, el orgullo y las sonrisas que han lucido en la mañana de hoy nuestros niños (y muchos padres), nadie las podrá borrar. Por consiguiente, ¿qué más da que sea o no la original?

4 comentarios:

Raquel dijo...

Además estamos a costumbrados a vivir con réplicas y a ser muy poco originales nosotros mismos. después de todo lo importante es que en la final de fútbol casi todos los españoles estábamos unidos y eso no lo consigue ninguna otra cosa.
La ilusión y sonrisa de los "peques" es lo que más vale ¡¡CAMPEONES!!
Te devuelvo los besos, abrazos y revolcones varios pero por dos.

Eusebio Hervías del Campo dijo...

No existe nada en este mundo que justifique borrar de la faz de un niño su impoluta sonrisa, y su increible luminosidad e inocencia. ¡Para que te chinches, traidora mía! Por supuestísimo que lo que vale es la sonrisa de los niños. Lo que pasa es que para muchos mayores, el que haya críos es una ironía. Besos en los labios, libidinosos abrazos y revolcones por los ribazos.

Benjamin dijo...

El trofeo origial actual de la Copa del Mundo de Futbol, está en poder de la FIFA. La que la selección se ha traido a España, es una réplica de la misma y tendrá que ser devuelta para el próximo campeonato. Ningún ganador se la queda en propiedad como ocurrió con su antecesora, la llamada "Jules Rimet" que se la quedó en propiedad Brasil. Este trofeo fué robado durante el Mundial de Inglaterra de 1966. Lo encontró el perro "Pickles" en un jardín, cuando salió de paseo con su dueño.
De todos modos, imagino que a los crios que han logrado hacerse una foto con ella, esto le importa muy poco. ¡Felicidades para ellos!
Abrazos.

Eusebio Hervías del Campo dijo...

Así es, mi buen Amigo Benjamín. Seguro que la copa que ha hecho felices hoy a tantos niños, es la réplica de la réplica de la réplica de la original, pero a ellos eso les da absolutamente igual. Es un poco como lo de los Reyes Magos, a ver qué les importa a quienes aún no saben la verdad, que sean los padres los que les proporcionan tanta felicidad. Abrazos sinceros.

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