sábado, 6 de noviembre de 2010

¡Contra la pared!

   Aunque muchos najerinos no se enteraron de ello, nuestros ilustres gobernantes decidieron poner los bancos de la Plaza de Santa Cruz, contra la pared del nuevo edificio, para colocarnos allí, al igual que en el colegio, a los niños que no somos buenos.
   A pesar de haberlos colocado una tarde de finales de agosto, fueron numerosos los najerinos, peregrinos y veraneantes que los vieron, y se partieron de risas con ellos. Tanto es así, que os juro por mis muertos más frescos, que fueron muchos los que decidieron inmortalizar semejante ocurrencia, haciéndose fotos sentados en ellos. Y no os digo nada, cuando nuestros mayores salieron del Círculo: ¡aquello fue ya un auténtico cachondeo! Fijaos si lo fue, que a los pocos días ya los habían cambiado de sitio. ¡Y menos mal! Porque si no, quien comprara el primer piso, y más si era mujer, no iba a poder salir al balcón en su vida, a fumarse un cigarrillo o a tomar el aire fresco.

1 comentario:

El najerino enmascarado dijo...

Desde luego, si no fuese por la foto, sería para no creerlo.

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