domingo, 13 de enero de 2019

III Asamblea Estatal de Jubilados


La mesa de la III Asamblea Estatal de Jubilados se constituyó a las 10’00 horas del pasado viernes, con l@s compañer@s Victoria, Domiciano, Cristóbal y Manuel. Domiciano leyó un informe sobre el trabajo realizado desde la II Asamblea, Andalucía propuso añadir un párrafo y se aprobó por unanimidad añadirlo. A continuación se pasó  a debatir las enmiendas a las normas de funcionamiento: muchas de ellas se agruparon en otras; se acordó hacer una transaccional,  acabando su estudio a las 14’30 horas, para ir a la comida. Antes de ello se acordó que en las comisiones de Organización, Comunicación... se puedan incorporar más compañer@s de los territorios  en el futuro. A las 16’30 horas se reinició la asamblea y se procedió a la elección de los portavoces estatales. Los elegidos fueron: José Ángel Vivanco -País vasco-, Domiciano Sandoval -Cataluña- y Concepción Ribera -Cataluña-. A continuación se procedió a debatir las enmiendas de la tabla reivindicativa, procediéndose a unificar y transaccionar muchas de ellas, votando las demás como se hizo por la mañana con las normas. Sobre las 21’00 horas, finalizado el debate de enmiendas, se acordó luchar contra el RD del 28D del gobierno, convocando una movilización general -manifestaciones y concentraciones- en todo el estado, el día 2 de Febrero -sábado-, emplazando a las plataformas y Coordinadoras Territoriales a solicitar las comunicaciones pertinentes y enviando a la Estatal el máximo de carteles de pueblos y ciudades apoyando la misma para su difusión en redes. -Los medios se hacen eco en función de las localidades que convocan-. El debate de las enmiendas de las normas y la tabla ocupó el 90% del tiempo empleado en la asamblea, que finalizó a las 21’30 horas, y se desarrolló en un ambiente de compañerismo y confraternización. Desde Madrid queremos agradecer a l@s compañer@s Victoria, Domiciano, Cristóbal y Manuel, el ímprobo trabajo realizado, sin el cual hubieran sido imposibles los éxitos de esta Coordinadora.

viernes, 11 de enero de 2019

Recuerdos de infancia.

La Matanza.
A principios del invierno, todos los chavales del pueblo estábamos expectantes para ver si sorprendíamos al señor Teodoro Mendoza con sus utensilios de trabajo: caldero de cinc, cuchillos, gancho de hierro y banqueta de madera, o, en su defecto, oíamos los desgarradores gruñidos de algún cerdo, para acudir raudos y veloces a contemplar el atractivo espectáculo de la matanza, con una mezcla de tristeza y de placer a partes iguales. Si el descubrimiento lo hacíamos siguiendo al señor Teodoro -matarife oficial para nosotros- por las callejuelas de la ciudad, asistíamos a la operación completa. Esta comenzaba con dos hombres tumbando al cerdo en la banqueta colocada contra la pared del edificio, agarrándolo como podían de las patas, mientras el señor Teodoro les ayudaba clavándole un gancho con forma de ese en la papada -que sujetaba poniéndose el otro extremo en una pierna- e introduciéndole a continuación un cuchillo de grandes dimensiones en el cuello, para que el fiero animal se desangrara. De rodillas en el suelo, una mujer provista de delantal y bien arremangada, iba dándole vueltas con la mano a la vaporosa sangre que a borbotones iba cayendo al balde de plástico -esto se hacía para que no se cortara, nos decían-, para utilizarla después en la elaboración de las sabrosas morcillas. Cuando el abatido animal había exhalado el último alarido, el señor Teodoro preparaba una cama de helechos en el suelo, en la que era depositado el cerdo; a continuación, lo cubría por entero de helechos y le prendía fuego. Una vez extinguidos los helechos, le daban la vuelta y repetían la operación para que se chamuscara por completo. Esta era la parte que más nos gustaba a nosotros: observar ensimismados cuán rápidos ardían los helechos, desapareciendo por los cielos najerinos convertidos en diminutas pavesas, mientras explotaban cantidad de ampollas en la piel del cerdo. Después, mojando un puñado de helechos en un caldero de cinc lleno de agua fresca, el señor Teodoro lo limpiaba bien, y acto seguido, lo colocaban entre todos en una escalera de madera boca abajo, para ser abierto en canal. Llegados a este punto, el último de la operación, siempre caían algunos pellejos que, sin ningún temor a posibles enfermedades, comíamos mucho antes de que los dueños del cerdo le llevaran las muestras al veterinario de turno. Y, al igual que en los cuentos de hadas, todos éramos felices y comíamos pellejos a falta de perdices.

miércoles, 9 de enero de 2019

lunes, 7 de enero de 2019

¡Espectacular!



Así puede definirse la Cabalgata celebrada el pasado sábado 5 de Enero, organizada por la Asociación Cabalgata de Nájera. Más de doscientos najerinos de todas las edades participaron en ella, embelesando a los centenares de mayores y niños que se dieron cita en la Plaza de Santa María, en la Plaza de España, en el Mercado, en la calle Descampado, en la Calle Mayor, en la Travesía de la estrella, en la calle San Miguel, en la calle Rey Don García y en la iglesia de Santa María La Real. Yo no sé cómo pudieron montar un espectáculo tan imponente y majestuoso, e implicar en él a un montón de Asociaciones y particulares. Y digo esto, porque anduve entre bastidores y pude comprobar in situ la locura tan maravillosa que tuvieron que vivir los organizadores. Puedo decir, igualmente, que vi a cantidad de personas con lágrimas en los ojos por la emoción que sintieron ante tan magno acontecimiento. Desconozco qué tal se portaron ayer los Reyes Magos, pero puedo decir bien alto, que jamás han vivido algo tan maravilloso nuestros niños. Solo me resta decir, que si existe el Cielo, Chus, Javi, Raquel, Idoia, Marijose, María, Nieves y compañía, no nos van a dejar ni un solo trozo a nosotros. Enhorabuena, pues, por ofrecernos un espectáculo tan grandioso.

































viernes, 4 de enero de 2019

Transformar el mundo no el clima.

El próximo lunes, 7 de Enero de 2019, en el Ateneo Riojano, sito en la calle Muro de Cervantes, 1, de Logroño, a las 19’30 horas, tendrá lugar la charla: “Transformar el mundo no el clima”, a cargo de Javier Andaluz, Ecologistas en Acción. Licenciado en Ciencias Ambientales y Diplomado Internacional en Derechos Humanos. Desde 2005 desarrolla su labor en organizaciones ecologistas, principalmente en Ecologistas en Acción. Ha sido coordinador de la Federación de Ecologistas en Acción de Castilla y León. En la actualidad es responsable de cambio climático y energía de Ecologistas en Acción, representante de esta organización en la Cumbre de París y otros foros internacionales. Autor de los informes ‘París 2015 ¿El acuerdo que necesitamos?’ “Las contribuciones justas del Estado español” y “Hoja de ruta a 2018: los acuerdos climáticos pendientes”.

jueves, 3 de enero de 2019

Recuerdos de infancia.


Los aguinaldos.
  
En aquellos tiempos en los que la gente valoraba y respetaba el trabajo bien hecho y la honradez de quienes lo desarrollaban, en nuestra ciudad los serenos y los barrenderos iban de casa en casa felicitándonos la navidad, entregándonos unas hojillas parecidas a los programas de cine de mano en las que venían reflejados ellos, para que les diéramos el aguinaldo en reconocimiento a sus desvelos, y, poco o mucho, en todas las casas se les daba algo agradeciéndoles sinceramente el que desarrollaran su labor con tanto celo. Algo parecido ocurría con los entrañables carteros que, como infalibles portadores de las noticias de los seres queridos que se encontraban lejos, y fieles mensajeros de nuestros amores secretos, eran respetadísimos y agasajados en esas benditas fechas, cosechando cuantiosos aguinaldos sin ellos proponérselo. Pero no eran solo estos profesionales quienes gozaban de ese hermoso privilegio. Recuerdo que todos nosotros salíamos de casa en desbandada en Navidad en dirección a los cafés donde, entre irrespirables nubes de humo, jugaban a las cartas, al dominó y al parchís nuestros padres, tíos y abuelos, y, haciéndoles la pelota a todos ellos, les soltábamos en la cara aquello de los aguinaldos con la mano bien abierta, para que nos pusieran en ella una moneda de dos cincuenta o, si había suerte, de duro, que nos asegurara el golosineo de los días venideros. Si alguno de ellos te soltaba aquello tan hiriente y frustrante de “no tengo suelto”, te dejaba hecho cisco, y te ibas de allí maldiciéndolo con un monumental cabreo. Tanto es así, que en una ocasión en la que un tío mío me lo soltó a mí -fue en el Bar Royalty, nunca lo olvidaré-, le contesté iracundo: “¡Pues cambia, si no tienes suelto!” Y allí mismo, en aquel desafortunado instante, se me acabó para siempre el invento con aquel tío, cuyo nombre recuerdo perfectamente, pero no quiero relatarles. Quizá pueda pareceros, queridos Cantores, sobre todo a los más jóvenes, una insolencia mi comportamiento, pero tenéis que tener en cuenta que en aquellos tiempos dependías por entero de la paga, y si por la razón anteriormente dicha o por cualquiera otra no te la daban al pedirla, te quedabas sin ella y, por tanto, sin sustento. Así de trágico era el “no tener suelto”. Ahora mismo, después de habernos cargado de un modo inmisericorde costumbres tan hermosas como ésta que nos ocupa -posiblemente no la conozca ningún joven-, cuando hasta hace muy poco tiempo iba repartiendo el correo bancario en estas otrora benditas fechas y alguna persona mayor, sin mirarme a la cara, como el buen dador, me ponía en la mano un billete de cinco euros, o al entrar en una tienda a dejar las cartas la dueña me daba, agradecida, una participación de lotería, venían a mi mente todos estos hermosos recuerdos, y se me exalta agradecido y emocionado el corazón. ¡Benditas sean, pues, no solo  por lo que me dieron, sino por lo que me hicieron sentir!

domingo, 30 de diciembre de 2018

Recuerdos de infancia.

De indios, vaqueros, romanos y toreros.
  
Sin haber resuelto aún el misterio del hombre que venía en autobús a nuestra ciudad el 31 de Diciembre con más ojos que días tenía el año, y con los dientes hechos cisco de tanto comer turrón del duro, nos enfrentábamos a otro terrible problema: Adivinar cómo coño subían a nuestras casas los caballos de los Reyes Magos, y cómo se las arreglaban éstos para saber quiénes éramos -en todos los envoltorios de los regalos ponía nuestros nombres- y qué habíamos pedido cada uno de nosotros. Aunque esto último daba igual, porque casi siempre se equivocaban. No obstante, misterios aparte, la ilusión con la que esperábamos este grandioso acontecimiento era tal que apenas podíamos dormir pensando si nuestro comportamiento -esto era las últimas horas- sería recompensado obteniendo todos los regalos que por real carta habíamos pedido. Unas horas antes de descubrir el enigma, a todos se nos caía la baba viendo cómo los Reyes Magos y sus pajes recorrían las calles de la ciudad, haciéndonos cómplices guiños como si nos conocieran de toda la vida, montados en sus briosos caballos y tocados de trajes que se nos antojaban de oro y plata, con elegantes capas de cuello de piel blanca, como la nieve que solía caer esos días para completar el mágico cuadro. A medida que iban pasando por donde estábamos colocados, nuestros padres, emocionadísimos, nos decían: “Mira, ese Rey es el que te trae los regalos”. Y tú mirabas y mirabas y no veías nada, pero como eran magos te ibas a la cama convencidísimo de que allí estaba de verdad todo lo que habías pedido. A la mañana siguiente, apenas sin haber dormido, destrozabas los envoltorios de los regalos y comprobabas que los Reyes no tenían nada de magos porque, un año más, se habían equivocado; pero como siempre caía algo de tus héroes amados, sin decir ni buenos días, marchabas como las balas hacia la Plaza de España a lucir tus regalos. Y era así como nos juntábamos allí decenas de indios, vaqueros, romanos, toreros, médicos, futbolistas, zorros, mosqueteros y soldados de caballería con sus arcos y flechas, sus pistolas de pistones, sus espadas y corazas, sus trajes de luces, sus botiquines, sus balones, sus espadas y sables, y recreábamos nuestras películas favoritas emprendiendo cruentas batallas que, aunque comenzaban en bromas, terminaban a hostia limpia, rompiéndonos en la cabeza las espadas, las pistolas, los arcos y las flechas, sin derramar ni una sola lágrima -los héroes no lloraban nunca-, aunque al irnos a casa llorásemos como magdalenas por haber salido malparados de la contienda, y por temor a que nuestros padres nos zurraran más por haber roto, a la primera de cambio, los valiosos regalos. Además de estas batallas, de vez en cuando había también algún que otro espectáculo, como la corrida de toros que dimos en la ribera del río Najerilla, junto al trinquete de la Juana, cuando a Paraguayín le trajeron los Reyes Magos el traje de torero. Con una azadillita, marcábamos un gran círculo en la hierba del suelo, y, tras cobrar una peseta de entrada -cómo nos pagarían con lo mal que andábamos siempre de perras-, cual si estuviésemos en la Monumental de “Las Ventas”, un montón de ingenuos mozalbetes disfrutábamos de una gran tarde de toros. Al margen de estas entrañables y hermosas anécdotas, lo más curioso de todo es que, salvo los “Juegos Reunidos Geyper”, usadísimos por toda la familia, todos los regalos eran relegados por cualquier tontería. Una triste caja de Farias se convertía en un camión cojonudo colocándole una cuerda; unos botes de conserva vacíos con unos cordeles, se transformaban en unos maravillosos zancos, y un poco de barro era tratado como el mismísimo oro cuando jugábamos al “Zampabollero, tápame el bujero”.

viernes, 28 de diciembre de 2018

¡Que Dios nos pille confesados!


La Delegación de Personal de la Policía Local de Nájera, en representación de la plantilla. Expone: En referencia a la noticia emitida sobre la aprobación del “Operativo Especial de Protección y Prevención Antiterrorista”, por la Junta Local de Seguridad de Nájera, el jueves 20 de diciembre, para tratar de cumplir la obligada aplicación de los protocolos diseñados por la Secretaría de Estado de Seguridad en 2017, en todos aquellos lugares y espacios en los que se produzcan elevadas concentraciones, reforzando la seguridad y protección: Que, desde hace años se viene reclamando al actual equipo de gobierno del ayuntamiento de Nájera, la subsanación de las deficiencias de medios y equipos policiales que, por su deterioro, rotura u obsolescencia, precisaban ser reparados o renovados. Al no haber sido subsanadas dichas deficiencias ni carencias, se impide la realización de las labores policiales con la seguridad exigible, lo que comporta un serio riesgo tanto a la ciudadanía como a los propios agentes. El pasado 4 de diciembre registramos un documento haciendo constar todas estas deficiencias, que aquí resumimos. Entre las mencionadas deficiencias operativas, destacan el armamento, las comunicaciones, y la imposibilidad de realizar los cursos de tiro obligatorios. Las armas de fuego de dotación que poseen la mayor parte de los miembros de esta policía, es una Daewoo, modelo Dp51, que data de 1989. Se trata de un arma obsoleta, que no es utilizada ya por ningún otro cuerpo de seguridad. La mayoría de estas armas han presentado diversos problemas en algunas de sus piezas, y su correcto funcionamiento es verdaderamente cuestionable. Estas premisas, suponen un grave riesgo y una excesiva inseguridad para los agentes encargados de la seguridad ciudadana. Cabe además reseñar, que durante mucho tiempo se ha solicitado a este ayuntamiento por parte de los representantes de personal, que cumpla la legislación vigente, en relación a las prácticas anuales de tiro mínimas, exigibles por ley. Con estas circunstancias, se da el caso de agentes que llevan más de una década sin efectuar práctica alguna de tiro, sin apenas adiestramiento para hacer uso de su arma. Este Ayuntamiento ha desestimado de forma sistemática las solicitudes que se han producido al respecto. La emisora de radio policial lleva años funcionando defectuosamente y la mayoría de los radiotransmisores que usan los agentes para comunicarse, presentan continuas deficiencias operativas. Estos sistemas tienen más de 30 años de antigüedad. Nájera es la única Policía de La Rioja que aún funciona con una emisora analógica, mientras que el resto de jefaturas hace ya mucho tiempo que utilizan emisoras digitales, dado que son más eficientes y fiables. Esta precaria situación ha obligado a los agentes en servicio, a hacer uso de sus teléfonos móviles particulares, para comunicarse entre ellos. Circunstancia que genera un grave detrimento en los tiempos de respuesta e ineficacia en las intervenciones policiales, especialmente en las de urgencia. Además, el uso de un teléfono particular, supone un coste económico personal a los agentes, el cual no les corresponde. Con estas anómalas condiciones, se han producido distintos casos, en los que los agentes actuantes no han podido contactar entre ellos, teniendo que llegar a actuar en solitario en situaciones tales como, detenciones, incendios, reyertas, etc… hechos inadmisibles en cualquier cuerpo de seguridad, que generan gran desconfianza y un peligro innecesario. Recientemente se han adquirido dos vehículos patrulla, retirados por la policía local de Logroño, con más de 4años de servicio.  Lo que muestra por un lado la falta de valor y la importancia que le merece a este equipo de gobierno la seguridad de su ciudad. El anterior coche patrulla llevaba más de 6 meses averiado definitivamente y llevaba más de dos años con constantes averías, que impedían su uso. Los agentes tuvieron que estar patrullando con un vehículo sin emblemas ni mampara para detenidos, que había sido retirado de La Policía Local de Calahorra, debido a su antigüedad, actualmente tiene más de 15 años. En el mes de septiembre este vehículo se estropeó, teniendo que realizar todos los servicios durante las festividades de Nájera con el vehículo grúa. Con el cuál no se puede dar traslado a ningún detenido y no está destinado para este cometido. Además, dicho vehículo no podía adquirir una velocidad superior a los 20 km/h, a causa de sufrir días antes, la rotura de su embrague. Es incuestionable el riesgo y la inseguridad que comporta ir a cualquier servicio con un vehículo en ese estado, más aún en labores de emergencia. Ninguna Jefatura de Policía Local de La Rioja tiene coches de segunda mano, Nájera los tiene todos. Esta Corporación no está buscando soluciones a los problemas.  Se justifica en sus técnicos para no tener que arreglar nada, evidenciando su posición autoritaria, en lugar de velar por las necesidades y seguridad, de sus conciudadanos y trabajadores. Dejando mucho margen a que pueda ocurrir algún hecho de gravedad irreparable.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Entregados los premios del IV concurso de dibujo escolar.

El pasado 14 de Diciembre, a las 12’00 horas, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Nájera, los socios de Acona acompañados de las autoridades municipales, hicieron entrega de los premios de su  IV concurso de dibujo escolar dibuja un sello, con el tema de este año " Nájera, capital del mueble ", tema escogido pensando ya  en la XXV edición de la Feria del mueble de Nájera que se celebrará  en el 2019. En el concurso participaron unos 100 niños de 6º de primaria de los tres colegios najerinos. Cada colegio ha seleccionó  sus  3 mejores dibujos,  y  entre los 9, las autoridades municipales sin conocer los nombres ni los colegios, decidieron quiénes eran merecedores del primer, segundo y tercer premio. Los 9 niños que llegaron a la final, recibieron diferentes obsequios y material filatélico. A la  ganadora de este año  se le obsequiará  próximamente con un pliego de 25 sellos tarifa A de curso legal,  con la imagen de su dibujo,  para que pueda enviar cartas a cualquier parte del mundo. Los dibujos ganadores fueron los siguientes: primer premio,  Ángela  Galán  Ibáñez, del Colegio Público San Fernando; segundo premio, Sergio Lacalle Albelda del Colegio Nuestra Señora de La Piedad, y tercer premio, Malena Orodea Tricio, del Colegio Público Sancho III. Los restantes alumnos que también recibieron premios, fueron: Carlota  Rodríguez  Domínguez, Eva Villoslada Martínez, Clara Cuadra Martínez, Adrián  Fernández  Pérez,  Adrián  Pascual y  Aimar  Manso  Hernando. Las imágenes de los 9 finalistas del  IV concurso Acona de dibujo escolar, estarán expuestas en el Bar Náxara, ubicado en la Calle Mayor de Nájera, sede provisional de la Asociación, hasta el 7 de Enero de 2019.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Alternativa Najerina pide respeto para el río Najerilla.


 
Desde los inicios de la legislatura Alternativa Najerina ha sido especialmente sensible a todos los aspectos que tienen que ver con el río Najerilla, y concretamente con cualquier actuación que se tuviera que realizar en él. En estos momentos estamos muy preocupados ante las decisiones que se están tomando por parte del Partido Socialista, también apoyadas, todo hay que decirlo, por el Partido Popular. En Nájera, en los últimos tiempos, distintos gobiernos han ido interviniendo sobre el río y sus márgenes con un denominador común: el profundo desconocimiento de cómo abordar y afrontar la gestión del río a su paso por Nájera, las constantes sanciones interpuestas fundamentalmente al gobierno del PP, y una actitud de soberbia cimentada en criterios fundamentalmente estéticos, como si el río fuera una cosa inerte. Las actuaciones que se pretenden acometer pasan por colocación de escollera en prácticamente todo el tramo de la margen derecha entre el puente de la Pasarela y el Puente de Piedra, además de la reposición de la escollera en margen izquierda por encima del puente de los pescadores. Las razones de nuestra preocupación y rechazo a lo que se pretende hacer en el río Najerilla son varias. Primero, habría que recordar que, cuando se hicieron las riberas ajardinadas,  por aquel entonces se pretendió cimentar las orillas. Ante la negativa, quisieron colocar escollera en todo el tramo en ambas márgenes, y de nuevo, ante la negativa de destruir las riberas se concedió colocar escollera en una margen y dejar la otra sin ella para que se naturalizara en lo posible, y así quedó.  Ahora vuelven las pretensiones de encauzar el río mediante escollera, y ante esto las administraciones de la CHE y Gobierno de La Rioja no debieran de permanecer impasibles. Nosotros desde luego vamos a pelear. Resulta paradójico que la escollera en margen izquierda que se quiere recolocar haya durado menos que la ribera de la margen derecha que recientemente se ha desprendido, así que no existe defensa alguna para argumentar que las riberas están mejor protegidas con escolleras que con la misma vegetación. Sabemos cuál será el resultado de cualquier obra de escollera que se inicie en margen derecha, que no es otra que su posterior continuidad, por los efectos que se provocan sobre la velocidad del agua. Los costes de las obras, tenemos la total certeza de que el presupuesto que se nos ha presentado es totalmente insuficiente, y no sabemos si las obras ya están dadas o se adjudicarán mediante licitación. Tampoco hay un proyecto, ni siquiera una buena memoria valorada, y nos negamos en rotundo a que una actuación sobre un ecosistema tan importante como es el río, no tenga ni siquiera una memoria de cuáles son las razones para llevar a cabo cualquier actuación. Alternativa Najerina si ha planteado un proyecto. Nuestro grupo ha contratado la redacción de un proyecto a expertos en materia de restauración fluvial con objeto de proponer una actuación con menor impacto en el medio para estabilizar la margen derecha. Este proyecto lo tiene el Ayuntamiento, lo tienen el resto de grupos, pero de nuevo la soberbia puede a la razón. Además las técnicas que se emplearían para la margen derecha podrían ser aplicadas a la escollera caída de la margen izquierda, y así se daría un paso importante en mejorar el estado ecológico de nuestro querido río. También hemos expuesto que no pasaría nada en absoluto por rellenar el hueco desprendido de la margen derecha y colocar unas piedras en el pilar del Puente de la Pasarela, y así nos ahorraríamos un buen dinero todos los najerinos. Por último, hemos de insistir en que el río Najerilla posee una de las especies más amenazadas de Europa, el visón europeo, y que cualquier actuación en detrimento del hábitat de este mamífero tan protegido es una agresión al mismo y una contradicción con el proyecto de recuperación que se está llevando a cabo en el Najerilla. Actuar conscientemente y/o permitir crear una barrera a la dispersión de esta especie es algo que no se puede ni se debe permitir. Actuaremos en consecuencia. Nosotros abogamos porque cualquier actuación que se realice en el río, debe hacerse teniendo en cuenta criterios medioambientales que no, y repetimos, no, están reñidos ni son contrarios a tener unas orillas ajardinadas y de disfrute. No se pretende hacer un bosque de ribera, pero si manejar los elementos naturales para obtener beneficio mutuo, entre el río y las personas. Todos tenemos el derecho a opinar de qué es lo mejor, pero las opiniones cuando afectan a aspectos fundamentales como la conservación del medio ambiente, deben estar sustentadas en el conocimiento, por ello también anunciamos que el próximo año Alternativa Najerina va a organizar unas jornadas con expertos muy reconocidos a nivel nacional en temas de gestión de ríos y restauración fluvial, a las que invitamos a todas las najerinas y najerinos a participar.
 
ALTERNATIVA NAJERINA

sábado, 22 de diciembre de 2018

Vivir o sobrevivir.


 
Ayer fue presentada en la sala anexa al Cine Doga la segunda novela del escritor najerino Francisco Gabarri Jiménez, “Vivir o sobrevivir. Año del Señor 1499”. La presentación la abrió su colaborador David Gómez, quien, a pesar de confesar que le pillaba a contrapié, lo hizo de primera,  y la cerró el propio autor, después de hacer una exposición amplia, sentida y sincera sobre el libro y el estigma que durante siglos arrastran los gitanos. Condenó enérgicamente la violencia, venga de donde venga, e hizo alusión al reciente asesinato de la joven maestra Laura Luelmo. Sobre la novela no quiso extenderse mucho para que seamos nosotros, los lectores, quienes la vayamos descubriendo. Al finalizar, Francisco Gabarri Jiménez firmó las novelas que los asistentes adquirieron, y todos juntos tomaron un aperitivo acompañado de un buen vino. No sé cómo será ésta, su segunda novela, pero, si es cierto que es mejor que la primera: “Esclavos de la Libertad”, seguro que será una auténtica gozada leerla.




jueves, 20 de diciembre de 2018

Recuerdos de infancia.


Belenes, villancicos y dulces.
Mucho antes de que nos dieran las vacaciones de Navidad, los niños najerinos vivíamos sumergidos en una indescriptible alegría, merced a lo muchísimo que para nosotros significaban esas entrañables y benditas fiestas. Desde finales de noviembre, la radio no paraba de anunciarnos entre villancico y villancico que los mazapanes Segura eran exquisitos, mientras que el programa “Por la sonrisa de los niños”, con la música de “España cañí” de fondo, nos exaltaba hasta límites insospechados, haciéndonoslas vivir, como si siempre fuera Navidad. A primeros de diciembre, como cada año, Francisco Hidalgo comenzaba a poner en el escaparate de la calle Cuatro Cantones el inmenso belén que nosotros desgastábamos con la mirada, mientras le llenábamos de babas y mocos los cristales, además de dejar impresas en ellos las grasientas huellas de nuestras inocentes manos. ¡Cuántas horas pasábamos contemplándolo! Entre tanto, en nuestras casas ya se empezaba a diseñar el belén: dónde sería colocado; cómo habríamos de montarlo; qué materiales nos harían falta…, y así aparecía la palabra mágica: ¡musgo! Esa palabra significaba para nosotros diversión a raudales. Todos los niños de Nájera subíamos al Castillo con cestas, cestitos pequeños, cajas de cartón y bolsas de plástico a recogerlo, y nos lo pasábamos como los indios jugando por aquellos seductores y enigmáticos parajes mientras lo recogíamos. Cuando ya teníamos el suficiente, nos dirigíamos hacia la Plaza de España cantando villancicos en mil tonos diferentes, a presumir de nuestra cosecha ante los mayores, mientras jugábamos un poco al “encuentro” y al “marro”. Después vendrían las cortezas de la serrería de Artemio Ochoa para el portal de Belén, los ladrillos quemados de la tejera para las montañas, el papel de plata para los ríos, la arcilla para las pirámides de Egipto y los pozos de agua, el papel azul celeste lleno de estrellas para el desierto, y todos los accesorios necesarios para su montaje. Cuando esto ocurría, cuando lo montábamos, pasábamos horas increíblemente hermosas, a pesar de no hacer otra cosa que estorbar, porque la ilusión era nuestra; nosotros éramos los verdaderos protagonistas, pues, al cabo, ¿para quién si no para nosotros se montaban los belenes? Aunque el concurso que cada año convocaba el Ayuntamiento te animaba a intentar montar el mejor de todos, para que merced a los tres premios de los que estaba dotado hubiera más dulces en la mesa, la realidad era que para nosotros la verdadera recompensa radicaba en el hecho de montarlos. Eso nos hacía inmensamente felices. ¿Puede, por ventura, haber un premio mayor? Por la Calle Mayor, centro comercial por excelencia, sonaban villancicos a todas las horas del día, y desde la torre del Monasterio de Santa María La Real, nuestras pueriles voces se dispersaban por los vientos najerinos con la ilusión y el cariño que los colegiales poníamos en todos y cada uno de los villancicos que desde allí cantábamos. Todo olía a Navidad: escaparates, villancicos, programas de radio, belenes… ¡hasta la nieve se sumaba a ello! Pero lo verdaderamente bueno, lo que mayor impronta dejó en nosotros venía después de haber escuchado en la radio aquello de: “25.346/ 125.000 pesetas; 16.002/ 125.000 pesetas…”, y de haberles escuchado a nuestros padres que lo principal era la salud, tras comprobar que no les había tocado el gordo. -¿Quién puñetas sería ese gordo?- Era entonces cuando disfrutábamos de verdad, acurrucaditos en el fogón, resguardados nuestros riñones por la chimenea, contemplando embelesados cómo hacían nuestras madres el almíbar con los higos chumbos, las manzanas, las peras, los membrillos, las ciruelas y uvas pasas, la canela y el azúcar. Eso era inenarrable para nosotros. Estábamos calentitos, gozábamos de la compañía de nuestra madre -normalmente estábamos todo el día en la calle- y mangábamos esto o aquello mientras ella se hacía la tonta. Cuando ya estaba todo hecho, sin mediar palabra, acababas, sin saber cómo, en su divino regazo, esperando la llegada del hombre de la casa. ¡Qué acto más maravilloso y profundo! ¡Cuánto daría, Celineta mía, porque me tuvieras así de nuevo aunque solo fuera un segundo! Después, una vez llegada la Navidad, venían las trasnochadas, los villancicos a golpe de pandereta, los chistes y bromas con los que te sentías ingenioso y maravilloso, a pesar de no llegar nunca a ver al hombre que cada año llegaba a nuestra ciudad el 31 de diciembre con más ojos que días tiene el año, los turrones, el guirlache, los mazapanes, los nevados, el almíbar y otros dulces. Y así, a fuerza de sacar la bota María, nos dormíamos ebrios de felicidad.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Consolidación de la bóveda de la Capilla de San José.



Desde hace poco más de una semana se está llevando a cabo la consolidación estructural de la bóveda de la Capilla de San José, o de los Ariz, en la iglesia de Santa María La Real, para  que todos los elementos que la conforman permitan repartir las cargas de forma correcta, frenando así, los movimientos que han generado los desperfectos que estaba sufriendo. Estas obras de emergencia que el Ministerio de Cultura está llevando a cabo en dicha Capilla, son consecuencia de la detección de importantes lesiones desde el punto de vista estructural,  consistentes en desplomes en muros y contrafuertes, así  como grietas y abombamientos en arcos y bóveda, que amenazaban con un desprendimiento inminente. El peligro no sólo afectaba al propio edificio y a las personas, sino también a los bienes muebles de su interior. Bienes que, ahora mismo, mientras duren las obras, están a buen recaudo. 

martes, 18 de diciembre de 2018

De concentraciones y villancicos.


El pasado sábado, 15 de Diciembre de 2018, a pesar de haberlo anunciado con muchísima antelación, solo una docena de najerinos acudimos a la concentración en favor de unas pensiones dignas, convocada a las 13’00 horas en la Plaza de España. En Nájera, una ciudad tan hermosa como ingrata, parece ser que a todos los najerinos les va de maravilla; que van a ser eternamente jóvenes y dichosos; que nunca les van a faltar ni el trabajo ni la felicidad ni las pensiones. Y siendo así, viviendo cual Alicia en el país de las maravillas, para qué cojones van a asistir ellos a concentraciones. Pero la vida es muy puñetera. Y bien pronto, en Enero de 2019, comenzarán a vislumbrar el nebuloso futuro que les espera. Villancicos.  Antes de esto, el viernes 14, mientras se celebraba la rueda de prensa de la Asociación Cabalgata de Nájera, una docena de integrantes de la Banda de Música alegraba las calles de nuestra ciudad tocando alegres villancicos, recordándonos, así, que estamos en el umbral de la Navidad.