Mi buen Amigo Miguel Ángel me ha
enviado este cartel para que os animéis a
vivir la vida como una bendición durante tres inolvidables días. No hay que
pagar nada por acudir. La aportación es voluntaria. ¿Quién da más?
jueves, 27 de agosto de 2015
¡Vive la vida!
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Eusebio Hervías del Campo
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18:30
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¡Se acabó el aldeanismo en nuestra ciudad!
El Ayuntamiento de Nájera ha decidido
acabar de una vez por todas con esa imagen tan deplorable que ofrecía nuestra
ciudad, con sus cristaleras, puertas, paredes, vallas y mármoles llenas de
carteles.
Publicado por
Eusebio Hervías del Campo
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14:30
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miércoles, 26 de agosto de 2015
La Plaza de Santa María La Real no servirá de aparcamiento.
En el
día de hoy se colocarán carteles avisando de que a partir del día 1 de
septiembre estará prohibido el estacionamiento en esta plaza. El equipo de
gobierno que preside Jonás Olarte ha decidido prohibir el estacionamiento en la
plaza de Santa Mª La Real y retirar las plazas de aparcamiento de la
calle Costanilla en la puerta de la Iglesia del monasterio. No podemos permitir
la imagen que hasta ahora hemos dado con la plaza llena de coches. La principal
entrada al monasterio y a la Escuela de Patrimonio debe estar limpia para que
tanto visitantes como najerinos puedan pasear tranquilamente y disfrutar del
entorno de mayor reclamo turístico de nuestra ciudad. Al igual que en la plaza
entendemos que la entrada principal de la iglesia de nuestro monasterio
debe estar libre de coches. Tanto en la plaza como en la calle Costanilla se
colocarán jardineras y bancos para embellecer estos espacios y que estos se
conviertan en lugares de descanso. Además, en un breve espacio de tiempo, se
tomaran medidas similares en la plaza de la Santa Cruz.
Publicado por
Eusebio Hervías del Campo
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09:00
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martes, 25 de agosto de 2015
Los populares najerinos preocupados por la insalubridad del río Najerilla.
![]() |
Esto es Naturaleza, y no la mierda de las flores. |
Con fecha de entrada de 20 de Agosto de
2015, varios días después de que el propio Equipo de Gobierno del Ayuntamiento
de Nájera hiciera público que había solicitado permiso a Medio Natural y a la
CHE para la limpieza del río Najerilla a su paso por la ciudad, el Grupo
Municipal del partido popular de Nájera ha registrado una Moción para el Pleno
Ordinario de mañana miércoles, en la que, tras
reconocer su belleza natural, denuncia el estado de abandono en el que
nuevo Equipo de Gobierno tiene el río Najerilla: sucio, abandonado, con excesiva maleza y con mimbreras tan
excesivamente altas que ocasionan peligro de salubridad para los vecinos”. ¡Con un par! Y no se quedan ahí. Según
ellos, el estado actual del río “da una
imagen nefasta para el turismo, y perjudica notablemente a todo el entorno de
las riberas”. Y lo dicen quienes han
arrasado el río sistemáticamente, legislatura tras legislatura, y han estado
los últimos siete años vertiendo directamente las aguas fecales de la
Residencia de Ancianos, el Centro de Día, el Pabellón Multiusos y el casco
antiguo al río Najerilla. Ese río que ahora, súbitamente, defienden y
adoran.
![]() |
Y este es un río vivo y no el que tiene el nuevo Ayuntamiento. |
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Eusebio Hervías del Campo
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00:00
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domingo, 23 de agosto de 2015
La Matanza.
A
principios del invierno, todos los chavales del pueblo estábamos expectantes
para ver si sorprendíamos al señor Teodoro Mendoza con sus utensilios de
trabajo: caldero de cinc, cuchillos, gancho de hierro y banqueta de madera, o,
en su defecto, oíamos los desgarradores gruñidos de algún cerdo, para acudir
raudos y veloces a contemplar el atractivo espectáculo de la matanza, con una
mezcla de tristeza y de placer a partes iguales. Si el descubrimiento lo
hacíamos siguiendo al señor Teodoro -matarife oficial para nosotros- por las
callejuelas de la ciudad, asistíamos a la operación completa. Esta comenzaba
con dos hombres tumbando al cerdo en la banqueta colocada contra la pared del
edificio, agarrándolo como podían de las patas, mientras el señor Teodoro les
ayudaba clavándole un gancho con forma de ese en la papada -que sujetaba
poniéndose el otro extremo en una pierna- e introduciéndole a continuación un
cuchillo de grandes dimensiones en el cuello, para que el fiero animal se
desangrara. De rodillas en el suelo, una mujer provista de delantal y bien
arremangada, iba dándole vueltas con la mano a la vaporosa sangre que a
borbotones iba cayendo al balde de plástico -esto se hacía para que no se
cortara, nos decían-, para utilizarla después en la elaboración de las sabrosas
morcillas. Cuando el abatido animal había exhalado el último alarido, el señor
Teodoro preparaba una cama de helechos en el suelo, en la que era depositado el
cerdo; a continuación, lo cubría por entero de helechos y le prendía fuego. Una
vez extinguidos los helechos, le daban la vuelta y repetían la operación para
que se chamuscara por completo. Esta era la parte que más nos gustaba a
nosotros: observar ensimismados cuán rápidos ardían los helechos,
desapareciendo por los cielos najerinos convertidos en diminutas pavesas,
mientras explotaban cantidad de ampollas en la piel del cerdo. Después, mojando
un puñado de helechos en un caldero de cinc lleno de agua fresca, el señor
Teodoro lo limpiaba bien, y acto seguido, lo colocaban entre todos en una
escalera de madera boca abajo, para ser abierto en canal. Llegados a este
punto, el último de la operación, siempre caían algunos pellejos que, sin
ningún temor a posibles enfermedades, comíamos mucho antes de que los dueños
del cerdo le llevaran las muestras al veterinario de turno. Y, al igual que en
los cuentos de hadas, todos éramos felices y comíamos pellejos a falta de
perdices.
Publicado por
Eusebio Hervías del Campo
en
23:00
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