Pregón de fiestas 2014

Pregón de fiestas de San Juan Mártir y Santa María La Real, en Nájera (6-9-2014)
Buenas noches a todos y gracias por ser también protagonistas de este acto. “Bajo un cielo sonriente donde la naturaleza ha dejado sus mejores dones, en la margen derecha del río Yalde, se encuentra situado Huércanos, mi pueblo”. Este es el inicio de una redacción que a mis 14 años presenté a un concurso del diario “La Rioja” y que consiguió el primer premio regional por el que me obsequiaron con una cámara de fotos y la publicación de mi relato. Ni en el más inocente sueño del niño que fui, hubiera podido imaginar que aquel escrito, y mi primera máquina fotográfica, marcarían el inicio de un camino, que esta noche, ante los vecinos de Nájera, de la comarca y de cuantos lugares os habéis dado cita en esta Plaza de España, cumple una de las etapas más importantes de mi vida. Agradezco de todo corazón a la corporación municipal, que preside la alcaldesa Marta Martínez, mi nombramiento como pregonero de estas próximas fiestas en honor de San Juan Mártir, y nuestra patrona Santa María La Real. Y a la vez tengo que confesaros que me siento algo extraño, pues durante décadas, he estado en la otra parte de este escenario, para seguir dando cuenta de lo que aquí ocurría, para Radio Nacional de España; el periódico “La Voz del Najerilla” y su página web, donde diariamente informamos de lo acontecido en Nájera y su comarca. Por esta vinculación profesional a las tareas informativas quisiera dedicar este pregón, a los compañeros de los distintos medios informativos riojanos, y especialmente a los que en Nájera desarrollan su labor: Mariola Alesanco; Pablo José Pérez; Inma Hernáez  y Eusebio Hervías, quienes, a diario, siguen el acontecer de nuestra población.  Sin olvidar a Yolanda Ilundain; Salvador Arza; Roberto Cerrajería; Santiago Viniegra; Cristina Martínez; Celia Suárez; Raquel Ortiz o Rebeca Sáez, que antes se ocuparon de informar de lo que aquí ocurría, como en su momento lo hicieron los fallecidos, Luis Royo, Gonzalo Carrillo y José Luis Sáez Lerena. También a todas las personas que desde los inicios de la empresa Medios Editoriales de Nájera, editora de La Voz del Najerilla, han colaborado o colaboran conmigo. Además lo dedico al importante grupo de ilustres personalidades, que han destacado en diversos ámbitos de la vida social y que me han precedido en este cometido de pregonero, dejando a la máxima altura el pabellón najerino.   Mi recuerdo para Pilar Ibáñez, Ireane Ruiz, Alfonso Santisteban, Andrés Pascual, Antonino Pérez, Carlos Salas, José Antonio Maldonado, Chema Purón, Mariola Alesanco, Javier Chorraut, José Antonio de la Iglesia, Jaime Albelda, Alfredo Hermenegildo, Domingo Sacristán, Marino García, Emilio Calvo, Julio Carpintero, en representación de Álvaro Untoria, y a los fallecidos y recordados Roberto Carpio, Luis Ángel Lerena, Justiniano García Prado,  Valentín de la Iglesia, Pablo Bajo, Benedicto Hervías, Julio Valdeón, Juan Ros, Francisco Luis  Galarreta  y José Luis Sáez Lerena.  Sin olvidar mi recuerdo para los miembros de mi familia y todas las vuestras; para los que están; para los que han querido estar, pero no han podido venir; y para los que sin venir, están. Esto es un pregón y yo soy el pregonero. Pregonar significa “publicar o divulgar lo ignorado para hacerlo saber a todos”. Hoy tomo conciencia de que, en realidad, yo vengo haciendo pregones desde hace 41 años. En este largo periodo de tiempo, y de una u otra forma, nunca he dejado de ser pregonero de Nájera y la Cuenca del Najerilla. Gracias a una redacción nació mi afición por conocer lo que sucedía en mi pueblo y otras localidades de la comarca y creció mi pasión por trasladar a los demás la vida cotidiana de unos pueblos que van haciendo su historia. Y como pregonero, quiero pregonar que Nájera posee una belleza natural y un encanto especial, donde se puede disfrutar de un ambiente sano, bien a orillas del río Najerilla, por el Paseo de San Julián o por los caminos, sendas, choperas, y pinares. Pero sobre todo que vivimos en un lugar de encuentro donde nunca faltará al forastero una invitación para probar las mejores viandas de nuestra zona y nuestros mundialmente acreditados vinos, frutos del arduo trabajo de las gentes que, con tanto cariño, cuidan con esmero sus campos. Pregono que Nájera, fue Corte de Reyes. Capital del Reino de Nájera-Pamplona, en los siglos X y XI, cuando era uno de los mayores de la cristiandad y que aquí estuvo su corte de honor.  Todo ello, se representa desde hace 46 años, en la “Crónica Najerense”, en la que participan 223 actores locales, y que desde la aparición de la Asociación de los Amigos de las Crónicas está consiguiendo su mayor realce. Testigo vivo de esta historia y joya de la corona es el Monasterio de Santa María la Real, monumento nacional custodiado por los padres franciscanos y admirado cada año por miles de visitantes que salen sorprendidos de la belleza de sus dependencias, como el Claustro de los Caballeros, el Panteón Real, la cueva, la iglesia y el coro, además de la iglesia de Santa Elena y la Real Parroquia de la Santa Cruz, que guardan tesoros importantísimos. Que contamos con el Museo Najerillense y la Escuela de Patrimonio Histórico, un referente nacional. Que todavía podemos disfrutar del puente de San Juan de Ortega, desde el que mantenemos el recuerdo de una añorada ermita que entre todos tendríamos que recuperar. Que ahí están la zona del Alcázar, las eras y el mirador, hoy en obras, y las Cuevas, que se deberían reabrir. Que somos ciudad del Camino de Santiago, por el que nos sigue llegando además de cultura, comercio y dinero, personas que nos traen otras formas de ser, pensar y decir. Pregono que contamos con una importante industria del mueble, que tuvo su origen en unos incipientes talleres artesanales situados en muchos portales de casas de una ciudad que vive una especial relación con el mundo de la madera. Que el mercado del jueves siempre fue polo de atracción, en un principio para agricultores y ganaderos de la zona, hoy de atractivo mercadillo que tuvo su primer asentamiento en la plaza del Mercado y en la actualidad en el Paseo de San Julián. Que siguen en mi memoria gustativa los pasteles borrachos de la Pastelería Elvira, los milhojas de Gasco, y los champis y “sangüis” degustados en el desaparecido Bar España, que estaba detrás de este escenario; que mis pies guardan memoria de los calzados de Pedrito el alpargatero y García, que se estrenaban para dar las “vueltas”; que este cuerpo, aunque más joven, ha sido percha de la ropa de los comercios de Antonio Bartolomé, Manolo Mombiela, Vicente Díez y Félix Alonso “Felisín”, todos ellos fallecidos siendo ahora sus hijos los que continúan con los negocios. Pregono que en Nájera hemos disfrutado del Frontón de la Juana y del Casino donde encontrábamos a Cándido Montalvo “Paragüayo”; de Pepe el fotógrafo; de los cortes de pelo de Feliciano y de Fernando “Clavelina”; de Pepe “el mediero”, que con su carreta iba por los pueblos aledaños vendiendo su mercadería y décimos de la lotería. De los puestos de chucherías de la Leo “Tarines”; de la señora Manuela, de “La Teria”, que asaba castañas, y de “La Gerarda”, que vendía barquillos. Recuerdo que nos hemos divertido de los baños en las claras aguas del río donde había cangrejos y truchas en abundancia y que ya pasado el verano, el caudaloso Najerilla se mostraba bravo y nos llevaba el puente de tablas. Que hemos tenido varias bandas de música, y orquestas, como las de Gascón, “Los Fénix” y “Los Huesos” y “Papá Goriot”, y que seguimos disfrutando de las interpretaciones musicales de “La Orden de la Terraza”, la Agrupación Musical Najerense o la Coral Najerense, siendo muchos de sus componentes, deudores de las enseñanzas de Matías Ojeda, Benedicto Hervías y su nieto Ramón, y Marcelino Martínez “el Cardenal”, maestros que enseñaron solfeo a muchos niños y jóvenes apasionados por la música. Pregono que desde la oscuridad de los Cines Doga, Club y Villegas, varias generaciones hemos y seguimos queriendo, que nos cuenten películas o representen distintos papeles, como hacen los componentes de los grupos de teatro “Ambigú” y “Bambalina”. Que he sido testigo de la actuación en directo de artistas españoles de la talla de Julio Iglesias o Camilo Sesto, en la discoteca Managua, sin olvidar otros escenarios como los de las discotecas Flash o San Fernando. Confieso que he gozado de los bailables de los músicos y de los discos que ponía Domi con la gramola, en el quiosco del Paseo de San Julián y cuyos altavoces eran conocidos como “Los cuatro de la torre”. Que tenemos el Círculo Católico y que la oferta hostelera merece un notable, por lo que resulta una auténtica delicia compartir mesa y mantel en los restaurantes, y en los bares, donde gozamos de excelentes pinchos, sin olvidar para el copeo los discobares de la zona. Pregono que he disfrutado de buena parte de la programación de actos de las distintas ferias y fiestas patronales; Que me ha gustado asistir a tradiciones como la feria del ganado; la de San Antón, protector de los animales; la de santa Lucia, patrona de las modistas; la de Santa Clara, fundadora de la orden de las Clarisas o la de San Crispín, patrón de los zapateros, donde se forman hogueras y en sus rescoldos se asan patatas que son degustadas comunitariamente. Pregono que tenemos dos institutos de Enseñanza Secundaria, el  Rey Don García y el Esteban Manuel de Villegas, además de los colegios San Fernando, Sancho III el Mayor y Nuestra Señora de la Piedad. Que debemos alabar e implicarnos en las labores humanitarias que llevan a cabo entidades como Cruz Roja, Cáritas, Acab Rioja, Asociación de Donantes de Sangre, Asociación de Lucha contra el Cáncer o Asprodema, y convertirnos en ciudadanos anónimos que sienten la llamada del voluntariado y que se desviven por los más desfavorecidos, haciendo un poquito más agradable la vida de los que necesitan ayuda. Pero también tenemos que aplaudir la labor que hacen muchas asociaciones, clubs, peñas y entidades de todo tipo, que a lo largo del año realizan en Nájera una actividad cultural, social o deportiva, como la de la Asociación de Amigos de la Historia Najerillense; la asociación El Mueble; Mercanayara; el Cine Club Hexágono; el Club Deportivo Náxara; la Escuela de Fútbol o el Club de Montaña K-2. Todo ello hace de Nájera, una ciudad de futuro, que mira el pasado por el retrovisor, para saber siempre y en todo momento donde estamos. Pero igualmente quiero pregonar que esta parte de La Rioja es un lugar especial bendecido por la Naturaleza, de tierras fértiles y aguas frescas; de montañas agrestes y bosques umbríos. De profundos valles, como El Rajao o San Millán, y, sobre todo, el propio valle de la Cuenca del Najerilla, que constituye un paraíso de diversidad y riqueza. Por ello pregono que, para mí, la Cuenca del Najerilla es el sitio ideal para vivir y el espacio geográfico que por motivos profesionales, recorro varias veces al año, visitando las 43 localidades que la componen. En todas ellas, me he encontrado con gente sana, trabajadora, sacrificada, divertida y generosa, que acoge con hospitalidad a los amigos. Quiero pregonar que en la Cuenca del Najerilla hay relevantes monasterios y templos religiosos. En San Millán de la Cogolla, los de Yuso y Suso, declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y que son la cuna del castellano y del euskera; la ermita paleocristiana de Tricio, y la de Canales de la Sierra; el monasterio de Santa María del Salvador, de Cañas; el monasterio de Santa María de la Estrella, de San Asensio y el monasterio de Valvanera, donde se venera a la virgen patrona de los riojanos. Una cuenca que sigue sintiendo una atracción hacia Nájera que entre todos debemos no solamente conservar sino acrecentar. Que los festivales del chorizo de Baños; el de la alubia de Anguiano; el de la nuez en Pedroso; el de la castaña y del huevo duro, en Alesón; el del bollo preñao, en Badarán; el de la anchoa con pimiento, en Arenzana de Abajo; el de la patata brava, en Villar de Torre; el del pincho moruno, en Azofra; el de la ternera asada en Santa Coloma; el de la sardina y la morcilla, en Hormilla; el del jamón con pimiento en Cárdenas;  el de la panceta, en Torrecilla; el del caracol y el de los huevos fritos con pimientos, en Tricio; el de la careta asada, en Villaverde; el del salchichón, de Matute; el de la oreja rebozada en Ledesma; el de perrochicos, en Villavelayo; el Mercado del Trato, en Ventosa; la fiesta de la trashumancia en Brieva; la Feria ganadera de las 7 villas; la bajada de los danzadores de Anguiano;  la batalla del clarete, en San Asensio y las jornadas de Puertas Abiertas de localidades como Cordovín, Cenicero, Huércanos, Uruñuela, Baños  de Río Tobía, Canillas o Alesanco, son puntos de atracción de forasteros que una vez conocen esta cuenca, se enamoran de ella, como nosotros. Suelo decir que mis pueblos son Huércanos, donde viví buena parte de mi vida, y Uruñuela, donde actualmente resido, pero mi ciudad, sin lugar a dudas, es Nájera, donde se encuentra el centro de trabajo desde el que cada día nos esforzamos por ofrecer a nuestros lectores lo mejor de cada localidad de la Cuenca del Najerilla involucrándonos en la promoción de una parte de La Rioja que por ser única, es irrepetible. Estamos en los días previos a las fiestas y es mi deseo que todos las paséis de la mejor forma posible acudiendo a aquellos actos que os resulten más atractivos de la variada programación que ha sido organizada por el Ayuntamiento junto con peñas y asociaciones. Volveremos a encontrarnos en las celebraciones religiosas, degustaciones, festejos taurinos, fuegos artificiales, verbenas o concurso de paellas y coincidiremos en la actuación de “Los Secretos”. Y como el sueño de aquel niño pregonero de 14 años se ha podido ver cumplido en su totalidad esta noche, sin tampoco olvidar que yo he sido durante 10 años alguacil pregonero en Uruñuela, permitidme anunciaros, de orden de la alcaldesa, en representación de la corporación najerina que, en los próximos días, es  obligatorio para todos los ciudadanos: aparcar los problemas cotidianos; disfrutar de unos días de camaradería; dibujar en la cara más de una sonrisa; hacer que el forastero se sienta como en su casa, demostrando a todos los que nos visitan, que somos una ciudad con gran abolengo y linaje para que se lleven el mejor de los recuerdos. Y entre todos, invocaremos a los santos patrones para que velen por nosotros y para que el buen tiempo nos acompañe.  Muchas gracias y a disfrutar de estas próximas  fiestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario