Podemos tener fe.

Aquí, najerinos dando las vueltas en el Paseo.

Aquí, jóvenes refrescándose en el río.

Y aquí, mis queridos Músicos dirigiéndose al Puente.

    A pesar de que no las tenía todas conmigo, puedo aseguraros, Cantores míos, que podemos tener fe en que estas maravillosas fiestas se conserven  durante siglos. Como era de esperar, el Ayuntamiento no ha puesto nada de su parte. Pero miembros de  la Peña Malpica, alguna cuadrilla de najerinos y mis queridos Músicos, afeándoles la conducta, primero,  y sacando a algunos jóvenes irrespetuosos, después, han hecho posible que alrededor del quiosco solo dieran las Vueltas los niños. Esto es muchísimo más de lo que yo me esperaba, y me siento  orgullosísimo de ellos. Las Vueltas en el Paseo, a pesar de ser domingo;  de que muchos jóvenes llevan de juerga desde el viernes (celebraron por adelantado el fin de curso), y de que nos han vuelto a enviar una decena de autobuses de jóvenes de Logroño a hacer botellón en las riberas,  se han dado como no se daban desde hace muchísimo  tiempo. Lo de la Calle Mayor ha sido distinto. Pero no culpemos a los jóvenes del botellón. Los que yo he visto impedir el normal desarrollo de las mismas, obligando a parar de tocar a los Músicos casi en la entrada a la Plaza de España,  e incluso increpando y zarandeando a alguno de ellos, eran najerinos. Esta es nuestra siguiente tarea: Conseguir que el respeto a nuestros grandes y generosos  Músicos, sea sagrado.  En la zona, igualmente, salvo algún pequeño incidente, se ha estado de maravilla, por lo menos hasta que yo me he venido a escribiros esto. Y por si todo esto fuera poco, a pesar de lo ocurrido en la entrada a la Plaza de España, los Músicos, a los que muchos najerinos hemos aplaudido cuando han dejado de tocar por culpa de algunos gamberros, nos han obsequiado con varios bises y el “a por ellos”. Como podéis ver, Cantores míos, aunque seguiremos hablando de ello, ¡la "Venancia" nos ha protegido!