O el corresponsal de La Rioja va por libre, o dentro del Equipo de Gobierno de nuestro Ilustre Ayuntamiento han convocado un concurso a ver quién de ellos es más estulto. Me explico, decir a estas alturas de la película que ya no se puede hacer más con el único “cuello de botella” que existe en nuestra ciudad, el existente entre el Bar San Fernandito y la Librería Aldonza , e insinuar maliciosamente, que la única solución sería meter el tráfico de la carretera de San Millán por el Paseo, para conducirlo al casco antiguo a través del tercer puente, es como para ganar el concurso de estultos, no ya a nivel municipal, sino mundial. Ese “cuello de botella” lleva ahí centenares de años y solo ha dado problemas cuando se le ha metido irresponsablemente mucho más tráfico del que le corresponde al Paseo, y cuando se celebra el Mercadillo.
En el casco antiguo sí que existe un insalvable “cuello de botella”, y existe porque así lo han querido ellos. Si llevaban cuarenta años intentando construir en el Paseo, abriéndolo totalmente al tráfico rodado, lo primero que tendrían que haber hecho, mucho antes que el tercer puente (un puente de juguete, por cierto), aprovechando el solar existente de las viejas Escuelas de la Plaza del Mercado, es haberle dado un par de metros más a esa calle, cuando construyeron las casas del IRVI. Entonces sí sería factible barajar esa posibilidad, pero según lo hemos diseñado, meter tráfico en el casco antiguo o en el Paseo, es una auténtica temeridad. Así que hagan el santísimo favor de dejar las cosas como están, y tengamos la fiesta en paz.