Esto es lo que quedaba a media mañana de las dos casas. |
El acuerdo de
Febrero de 2012, decía así: “La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de
Nájera ha declarado en estado de “ruina ordinaria” el inmueble sito en la calle
San Jaime nº 62, ordenándoles a sus propietarios el derribo total de dicho
inmueble, en un plazo de veinte días, apercibiéndoles de que, transcurrido el
plazo sin haberse ejecutado el derribo, se procederá a la ejecución subsidiaria
de la orden por el Ayuntamiento, con cargo al obligado, y en su caso, a la
incoación de expediente sancionador con imposición de la multa que legalmente
proceda. Haciendo expresa advertencia de que todos los gastos en que incurra el
Ayuntamiento por razón de las medidas adoptadas serán repercutibles en el
propietario o propietarios, en vía administrativa y hasta el límite del deber
normal de conservación. Debido a que el Ayuntamiento es propietario de la
edificación colindante, sita en la calle San Jaime nº 64, se procederá a la
demolición teniendo en cuenta el estado ruinoso de dicha edificación y la
existencia de elementos comunes entre la propiedad municipal y la privada. Los
propietarios de dicho inmueble tienen un plazo de audiencia de 10 días, para
que aleguen lo que estimen procedente en su derecho”.
Su demora ha
sido debida a las alegaciones interpuestas por los propietarios de dicho
inmueble. Pero lo cierto es que los dos edificios representaban, además de una
imagen de abandono y de desidia intolerable, un peligro cierto. No por ello deja de
sentir uno un poco de tristeza, ya que esas dos casas formaban parte del paisaje de
la Nájera de mi niñez, de la que ya apenas quedan referencias.