A principios de la semana que viene van a comenzar las obras de la escollera en la margen derecha del río Najerilla. Estas obras crearon mucha controversia en nuestra ciudad, porque el Equipo de Gobierno de entonces -PSOE-CS- quiso llevar a cabo su proyecto de una forma abyecta. Finalmente, el Gobierno de La Rioja, presidido por Concha Andreu, decidió encargarse de su redacción. El proyecto encargado por el Gobierno de La Rioja contemplaba cuatro tipos de actuación. En un primer Pleno se aprobó por unanimidad llevar a cabo la número cuatro, que contemplaba la recuperación de dos ojos del puente de San Juan de Ortega https://www.larioja.com/comarcas/najera/puente-piedra-najera-20220901102407-nt.html, mas, unas semanas después, en otro Pleno -¡ellos sabrán por qué!- aprobaron, con la abstención de Jesús Arza, que fuera la de la escollera con vegetación https://www.larioja.com/comarcas/najera/escollera-vegetacion-protegera-20220929221959-nt.html. Los ríos bien conservados confieren multitud de beneficios al ser humano, relacionados con su propio bienestar y calidad de vida. Por ello, sorprende sobremanera que lleven a cabo ahora estas obras propias del siglo pasado...
Si lo que interesa es reducir el riesgo de inundación, las actuaciones deben ir en otra dirección e incluir otras soluciones para la erosión de los taludes de la margen derecha del Najerilla. Deberíamos evitar medidas placebo puntuales, que solo responden a ocurrencias desde el desconocimiento del río y su dinámica y no solucionan ningún problema, degradan el estado de conservación del propio río y dilapidan dinero público -En este caso, 600.000 euros-. De acuerdo con la Directiva 2007/60 de Evaluación y Gestión de los Riesgos de Inundación, la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE y la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, las intervenciones que se lleven a cabo deben favorecer áreas inundables aguas arriba de Nájera para reducir el poder erosivo del río en el propio núcleo urbano. En el caso concreto del tramo urbano, se debieran evitar retiradas de sedimento e intervenciones duras, tipo escollera, las cuales aumentarían la velocidad de la corriente y su poder erosivo aguas abajo, incrementando el riesgo de inundación, y agudizarían los problemas de incisión del fondo, con consecuencias negativas para la propia estabilidad de la escollera y de los puentes. -Estos días hemos visto en TVE una Residencia de ancianos con medio metro de agua-...
Se debe tender hacia alternativas basadas en el respeto al ámbito fluvial y en herramientas seguras y sostenibles como la bioingeniería, que podrían permitir al río un mayor desarrollo lateral recuperando la funcionalidad de varios ojos del puente de San Juan de Ortega. Estas propuestas van en la línea de la gestión fluvial que se viene realizando en otros tramos fluviales urbanos, como en el río Manzanares en Madrid o en el Besós en Barcelona entre otros muchos. Asimismo, existen posibilidades de financiación económica en la actualidad que favorecen este tipo de actuaciones. El programa Next Generation de la UE y los fondos económicos del Plan de Reconstrucción y Resiliencia hacen mención específica a la financiación de proyectos de conservación y restauración del espacio fluvial. Justo lo contrario de lo que la semana que viene van a empezar a hacer aquí. Tanto en el “Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro”, como en el “Estudio de Inundaciones Históricas. Mapa de Riesgos Potenciales de la cuenca del Ebro”, de diciembre de 1.985, realizado por la Comisión Nacional de Protección Civil, el tramo urbano de Nájera se incluye como de riesgo intermedio (nº 33 de la clasificación), y pueden verse las citas de varias avenidas en los años 1.909, 1.916. 1.950, 1.959, 1.961…, con lo cual, queda meridianamente claro que el agua siempre recupera su espacio.