lunes, 10 de agosto de 2015

Los bautizos.


     Estas celebraciones, que desde hace muchos años pasan totalmente desapercibidas para el común de los najerinos, constituyeron en nuestra infancia un auténtico acontecimiento. No sé muy bien si era porque estábamos a todas las horas del día en la plazoleta  de la Cruz, o porque lo anunciaban los curas en el tablón de anuncios de la Parroquia, donde nos ponían los rombos que tenían las películas que se iban a proyectar en nuestros tres cines, pero el caso es que, en cuanto había un bautizo, allí estábamos nosotros, un batallón de desaliñados mozalbetes, dispuestos a batirnos el cobre por coger las monedas que el padrino iba a lanzarnos al aire. Aunque en algún bautizo nos echaban perras ya en la entrada de la iglesia, lo habitual era que esto ocurriera a la salida, en el recorrido hacia sus casas y, una vez allí, desde los balcones y ventanas. Para que este reparador maná cayera sobre nosotros, teníamos que cantar repetida e incansablemente aquello de “Agua y vino/ mierda pal padrino/ bautizo cagao/ que no han  echao/ a la uuuuuu. Y entonces, el padrino y alguno de los invitados comenzaban a lanzar monedas al aire, de perra chica, perra gorda, de real, de dos reales y alguna de peseta rubia, aquella del uno, y se armaba la de San Quintín. Como ninguno de nosotros era tonto y a todos nos sobraba hambre y nos faltaban perras, todas nuestras miradas permanecían fijas en la trayectoria que llevaban las rubias, y ello era que nos juntábamos en el suelo cinco o seis “gladiadores”, unos encima de otros, en cada una de ellas, intentando echarles el guante. Cuando el padrino era pudiente -o generoso, que no es igual- y lanzaba al aire algún billete de cinco pesetas, aquello ya era el súmmum: nos zarandeábamos haciéndonos cisco la ropa, primero, y nos cascábamos de lo lindo, después, por ver quién se lo llevaba del suelo. Téngase en cuenta que cinco pesetas eran una auténtica fortuna en aquellos tiempos. No obstante, al final todos quedábamos contentos: los invitados dando buena cuenta de las magdalenas, los mantecados, las rosquillas, los cocos, la sobada y los manguitos que habían hecho en el horno de la Señora Julia, y nosotros, con perras frescas en los bolsillos, dispuestos a vaciar de “chochos” las casetas de la Leo y de la señora Manuela.

9 comentarios:

Eusebio Hervías del Campo dijo...

"Quien ha tenido una infancia feliz, no puede ser desgraciado nunca".

SEVE GARCIA ALARCIA dijo...

USEBITO com ya he dicho en otra ocasión las costumbres eran muy parecidas en todos los pueblos de alrededor;en lo que respecta a las comuniones(ya hablaremos de las catequesis,de las ostias sin consagrar,confesiones,que martirio------)poca o ninguna diferencia con lo que tú has comentado,de lo que si tengo la seguridad es que aun mas de una de vez,el "cabrito" de turno ataba el billete con hilo de "coco" y calculando nuestras alturas nos tenía saltando como locos,pero sin llegar a alcanzarlo y es que como tú bien has dicho,5 pesetas eran una fortuna en aquellos tiemposSi te parece seguiremos con el tema.

Anónimo dijo...

Joé Seve.Que dos jotas te tiraste la otra noche eh pajaro.
En los bautizos.Anda, que el cabrito del padrino.Te ponía unos duros en la sartén, y alaaa tomar duros.Encima si los caramelos desde la altura te hacían daño.Encima los tiraban de una mala leche que no veas.
El Guardabosques

Anónimo dijo...

Si señor.Desde las alturas le escuche a Seve cantar,No se si es coincidencia,o no.Pero nada mas terminar... Alguna tubo que sacar el paraguas.Pero no fue lo malo eso.Es que al otro dia menudo frio para los de las bodas....

Eusebio Hervías del Campo dijo...

¿Qué ocurre? ¿No os traen recuerdos los bautizos? ¿Desconocéis la poderosa razón de tener padrinos…? Las madres que daban a luz, hasta que no bautizaban a sus hijos no podían ni salir a la calle ni ir a Misa. Y los niños que morían sin bautizar se quedaban en el Limbo. Esa era la razón por la que en todos los bautizos los verdaderos protagonistas fueran los padrinos: porque se bautizaba a los niños recién nacidos. Y existía, además, la creencia -nunca me he molestado en averiguar si legalmente es así- de que el padrino adquiría la obligación legal de sacar adelante a la criatura si morían sus padres.

Anónimo dijo...

Si señor Eusebio. Para eso te hacen padrinos.Es mas.Recuerdo yo,que se metían todos a dentro con la criatura,y la madre se quedaba en el pórtico.Luego salían todos y es cuando podía entrar.Ademas era obligatorio el velo.Despueshasta donde teñian la casa.Los niños en procesión.Se decía:Que eche el padrino.Que no se lo gaste en vino ( bis) Otros decían."Eche eche eche.Que no se lo gaste en leche"Pero otros tambien solian decir.Padrino cagau,si cojo al chiquillo lo tiro al tejao....
El Guardabosques

Najerina preocupada dijo...

Deberes para estas vacaciones:

Creo que sería conveniente que si funciona el departamento de servicios sociales de Nájera, se pasaran por la Calle Alesanco ya que hay una o varias familias viviendo con bastantes críos en una lonja sin luz, agua, aseos ni ningún tipo de servicio básico. Creo sinceramente que los críos deberían estar en otras condiciones. Espero que se haga algo al respecto. Para que luego digan los del PP que son asuntos sin importancia.

SEVE GARCIA ALARCIA dijo...

USEBITO desde luego mira que tengo "mala baba",ponerme a cantar un viernes por la noche cuando tocaban "los chiguitos de Marcelino" y habiendo bodas al día siguiente(yo tampoco pude salir con la bici)En fin pido disculpas a todo el mundo,pero "amenazo"con seguir cantando ya que aunque no lo hago bien,tampoco tan mal como para dejarlo cuando me gusta a rabiar.

Eusebio Hervías del Campo dijo...

Aquí me pongo a cantar, al compás de la vigüela que al hombre que lo desvela una pena extraordinaria, como el ave solitaria con el cantar se consuela. -José Hernández.-

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