Aunque nunca fuimos
juntos, Javi Untoria y yo nos conocíamos de toda la vida: Sus padres, Jesús y
Regina, eran íntimos amigos de mi familia, por parte de padre, y comían y
cenaban juntos en el “Huerto del Navarro” todos los veranos, a la fresca de una
gran higuera. Por consiguiente, nuestro trato fue cercano y hermoso, y puedo
presumir de saber que tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Para
describir a Javi sobran las palabras. Todos los najerinos lo conocen de sobra. Pero
me gustaría añadir que era un eximio najerino, aunque por su humildad, haya
podido pasar desapercibido, y no haya aparecido nunca en los periódicos. He
estado buscando una fotografía para despedirlo como creo que a él le hubiera
gustado; y he elegido esta, alegrándonos las fiestas. Ojalá exista el Cielo,
Amigo Javi, y ahora mismo estés con Dios, sentado a su Diestra. ¡Así sea!
1 comentario:
¡Hasta siempre, Amigo Javi!
https://www.youtube.com/watch?v=Ew4lwthM9eg
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