La Real Capilla y Parroquia de
Santa Cruz de Nájera, a pesar de los ímprobos esfuerzos realizados por los
distintos párrocos de nuestra ciudad, parece predestinada a desaparecer por las
humedades y por la incuria de las autoridades locales y regionales. En los
últimos años, el párroco José Félix Sáenz
Olarte está llevando a cabo mejoras muy importantes en este edificio romanista de fines del XVI,
remodelado en barroco a fines del XVII. Y, ahora mismo, después de haber
rehabilitado la puerta de la calle San Prudencio, está rehabilitando la de la
calle los Mártires. Pero hete aquí, que cada vez que llueve, por carecer de un
triste canalón en el tejado, además de ofrecerles a los turistas una imagen
deplorable con los tablerillos que muestran la fotografía, estamos poniendo en
peligro la cornisa y las puertas por culpa de las humedades. ¿Tanto les hubiese
costado a los anteriores gobernantes haber desviado unos euros para este
Monumento tan importante?
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