El padre Lucas, director de la Coral Najerense, ha viajado en las blancas alas de la Parca a reunirse con su Padre. Lucas, además de ser padre guardián del monasterio de Santa María La Real, director de la Coral Najerense y profesor de Instituto, fue un hombre hermoso en el sentido más amplio y profundo de la palabra. En silencio, como se hacen las cosas que salen del corazón, desarrolló durante años una función social increíble, ayudando a cantidad de personas a salir del profundo pozo en el que se encontraban. Fue amable, cariñoso, bromista, chistoso y tremendamente bueno con todos nosotros. Y sin embargo, como ocurre siempre en esta ingrata ciudad, cuando nos necesitó de verdad, estuvimos cuatro gatos en la concentración de la Plaza de España. Ni siquiera el Alcalde de Nájera cogió el micrófono para dirigirle unas palabras de apoyo, exhortando públicamente a las autoridades a que no lo trasladaran; que nos lo dejaran en Nájera; en el monasterio de Santa María La Real, su monasterio, hasta que la Parca se lo llevase. Yo tuve la fortuna de conocerle, y sé de la grandeza de su corazón, como sé de la pequeñez de los nuestros. Descansa en paz, padre Lucas, y perdónanos a todos.
P.D. Se le oficiará una misa en Nájera, para que no tengamos que desplazarnos.
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