Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No
perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada…
-Miguel Hernández-
Hoy se nos ha ido otra gran persona: Julián Fernández de Pablo. Hace cinco años tuve el honor de decirle en público que él, sus padres, Bernardo y Faustina, y su hermana Magdalena, eran una de las mejores familias que ha habido en Nájera. Y hoy, en este momento de sincero duelo, no solo lo ratifico, sino que lo hago extensivo a su mujer, Magdalena, a sus suegros, a sus hijos y a sus sobrinos, que son todos unos cielos. Deseo de todo corazón que exista el Cielo, y ahora mismo se encuentre en él, disfrutando del Descanso Eterno. A vosotros, los que os habéis quedado aquí con el corazón roto, os envío mi más sincero pésame, y el deseo de que vuestro duelo sea de lo más llevadero.
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