Se nos ha
muerto un eximio najerino. Santiago Viniegra Royo formaba parte de nuestro
paisaje. Era muchísimo más que una persona buena: Era como Santa María La Real,
como el Paseo de San Julián, como el río Najerilla, como Malpica, la Calavera o
el Castillo. Era parte de un todo que ahora se ha quedado medio vacío. Ya nada
será igual en Nájera. Y en la Calle Mayor, los fines de semana sobre todo,
cuando nos retiremos a nuestras casas a cenar o a dormir, sentiremos la pena de
no habernos encontrado con uno de nuestros mejores amigos. Sin Santiago
Viniegra Royo, ya nada será lo mismo. ¡Descansa en paz, Amigo mío!
2 comentarios:
Te agradezco la entrada y las dos fotos. Comparto tus sentimientos. Vamos cumpliendo años y vamos, a la vez, perdiendo personas queridas.Sólo nos queda el hondo sentimiento del irrellenable vacío que nos dejan. La muerte es ausencia, vacío irreparable. En este, siempre negro en mi vida, mes de junio he perdido a dos Santiagos.¡Maldito sea!.
Gracias por tu hospitalidad, Use.
Gracias a ti, Antonino. En esta, tu casa, siempre serás bien recibido.
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