“Adiós, San Juan y San
Pedro/, adiós mis queridas Vueltas/, que triste se queda el pueblo, señores/,
pues se acabaron las fiestas”/. Con esta emotiva canción que mi
bienamado padre compuso para la el entierro de la cuba Venancia, pondremos fin
esta noche a las fiestas. Unas fiestas que, en suma, han sido hermosas, a pesar
de los pesares. Los que llevamos más de medio siglo viviéndolas echamos de
menos el riquísimo folclore sanjuanero que, asidos de las manos, cantábamos en
grandes grupos. Comenzábamos con “El 24 de Junio/, por ser el día San Juan/,
todos los chicos y chicas/, la guerra que van a dar/. Por la mañana las
Vueltas/, por la tarde a merendar/, y por la noche al Casino/, ¡aúpa!/, la
guerra que van a dar”/. Y seguíamos: “en el corral de Tivo ha caído un
aeroplano/, rumba la rumba la rum/ -bis-, los dos aviadores/, los dos eran
hermanos/, rumba la rumba, la rumba/, la rumba del cañón”/. “Caracolero de
Tricio/, gente de poco valor/, que se tira de la torre/, ¡aúpa!/, por un triste
caracol/. Si se tira que se tire/, a mí no me importa nada/, solo me importa mi
novia/, ¡aúpa/, cuando se pinta la cara”/. “Has de bailar/, que te tengo dar
perucos/, has de bailar/, que te tengo convidar/. Ni tú, ni tú, ni tú/, ni tu
hermana la pequeña/, ni tú, ni tú, ni tu hermana la mayor”/. “Ay San Juan/, que
se van y van y vienen/, ay San Juan/, que se vienen y se van”/. “Ay Viriato, Viriato,
Viriato/, ay Viriato, que guapito estás/, con la pala y el pico en la mano/,
eres una asquerosidad”/. Severín, Severín, Severín/, que nunca llegas a los
trenes/, pobrecito Severín/, vaya güevazos que tienes”/. “Unos beben vino/,
otros aguardiente/, y los de Uruñuela agua de la fuente”/. “Unos fuman caldo/,
otros ideales/, y los de Uruñuela colillas de los bares”/. “Ya llegó el
verano/, ya llegó la fruta/, y el que no se agache/, es un hijoputa/. Que
tururururú/, que tururururú/, que tururururú/, la culpa la tienes tú”/. “Yo me
llamo Pedro Angulo/, y vengo de Buenos Aires/, traigo una chapa en el culo/, y
a mí no me jode nadie/. Yo me llamo Pedro Angulo/, y vengo de Buenos Aires/, y
en este pueblo señores/, maricón/, el que no baile/. Laralarala, larará/,
laralarara, laralara/… “Ha venido un carro lleno de tijeras/, a cortar el pico
a las picoteras/, ay Manolé/, Ay Manolé/, ay Manolé/, que guapito estaba
usted”/. “Y nos han obligado a cambiar de herrero/, porque el señor Poli/, es
un chapucero/, ay Manolé/, ay Manolé/, ay Manolé que guapito estaba usted”/.
“Se me ha caído el paquete tabaco/, y no lo puedo encontrar/, laraarara/,
laralara/, lararara, laralaralarará”/. “El que rompa el puente -de tabla- se la
va a cargar/, que se la va a cargar/, que se la va a cargar”/. “El aldeano
tiró/, tiró la piedra, tiró/, el aldeano tiró/, tiró la piedra y no la
encontró/. ¡Quién tiró la piedra!/ El aldeano tiro”/… “Unos van a misa/, otros
al rosario/, y los de Uruñuela ni al confesionario”/. “A mí me gusta el
pimpirimpim/, de la bota empinar/, con el pimpirimpin/, con el pimpirimpirán/
al que no le guste el vino es un animal/ es un animal/ o no tiene un real/, que
es lo más normal”/. Si son borrachos que sean/, que a mí no me importa nada/,
solo me importa mi novia/, ¡aúpa!/ cuando se pinta la cara/. Beber/, beber/,
beber es un gran placer/, el agua para bañarse/ y pá las ranas que nadan
bien”/. “Ojalá te emborracharas, Manuel/, a todas horas del día, Manuel/, ay
Manolito, Manuel/, ay Manolito, Manuel”/… ¡Quizás algún día lo recuperemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario