Realizando la poda. |
por el monte las sardinas, y los operarios de la Brigada de Obras del Ayuntamiento de Nájera por los cursos de altura.
Creo que con estas tres pistas os habrá bastado a todos para conocer el título de esta entrada, crónica o noticia. Y es que de eso se trata, de contar verazmente lo bonita que es la relación de la alcaldesa y del teniente de alcalde, responsable de personal, con sus funcionarios, sobre todo con los de la Brigada de Obras. Porque en contra de lo que afirman los maledicientes de siempre, los miembros de la Brigada de Obras, además de estar cada cual en su puesto: El electricista de electricista, el albañil de albañil, el jardinero de jardinero, el zarramplín de zarramplín, el fontanero de fontanero, el carpintero de carpintero y el recadero de recadero, están recibiendo desde hace doce años cursos de altura (y no desde que uno de ellos tuvo un accidente esta primavera, por manejar mal la máquina, tal y como algunos afirmaron maliciosamente en su día), para que amplíen sus conocimientos sobre los riesgos laborales que entraña el trabajo en las alturas. Sobre todo en la poda de árboles y en la colocación de bombillas. Pero es que además de estar enriqueciéndose en conocimientos técnicos y laborales, sus magnánimos y complacientes jefes quieren que se enriquezcan también en valores cívicos y morales, manteniendo con ellos lo que los jóvenes de hoy calificarían de muy buen rollito. Ya sabéis: ¿Qué tal estáis? ¿Qué necesitáis? ¿Qué tal se os trata? ¿Estáis contentos con el sueldo? Así que basta ya de desinformaciones, y comencemos a llamar a las cosas por su nombre.
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