Así dice la canción de hace unos veranos, pero si difícil es hacerlo en un “Sinca Mil”, para los humanos, mucho más difícil es hacerlo en un lugar poblado, para dos nogales enamorados.
Cuando yo era niño, recuerdo (si lo lee mi hija me mata) que cuando veíamos a dos perros pegados (de mayores decíamos que era la grúa llevándose a un coche mal aparcado) algunos les daban ahí con palos, pero es que ahora, para que no se fundan en uno, una noguera y un nogal, bajo la atenta mirada de una falsa flecha del Camino de Santiago, les clavan el palo. ¡Se necesita ser malos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario