jueves, 22 de enero de 2015

¡Hasta siempre, "Ugenín"!


    Se me ha muerto uno de los hombres que más he querido: Eugenio Gómez García, “El Soriano”. Y lo ha hecho al poco tiempo de morir su querida perra. Uno de los maravillosos recuerdos de juventud que guardo en mi mente y en mi corazón, está íntimamente ligado a él. Justo es, pues, que lo escriba hoy, para que le acompañe en su último viaje. “Cuando mi bienamado padre me puso en la gasolinera a trabajar, nada más salirme de la Escuela, en verano la abandonaba con frecuencia para irme con “Ugenín”, después de haberme echado la siesta en su Taxi, a la presa de Camprovín a pescar truchas a mano. Recuerdo que aparcábamos el coche junto al muelo, y, tras atravesar un trigal (siempre ponían trigo en aquella finca), nos quedábamos en traje de baño, y, enfrentándonos a las frías aguas y a las resbaladizas piedras con nuestros pies descalzos, comenzábamos a sacar hermosas truchas de las “berlañas”, dándonos de cuando en cuando, refrescantes y gratificantes baños. Cuando ya teníamos las suficientes (nunca fuimos avaros), “Ugenín” me decía: “venga, “Usebín”, que hay que volver al tajo.” Y regresábamos a trabajar más contentos que un niño con zapatos nuevos, después de haber dejado las truchas a buen recaudo. En ocasiones, tras haber comprado en la carnicería de turno el codiciado bazo, íbamos también al atardecer a Somalo, a pescar cangrejos a retel en el “mazo”. Y en las cálidas noches de verano, linterna en ristre, a la Central de Arenzana, a cogerlos a mano". Y ahora mismo, todos los días que nos veíamos, nos besábamos y charlábamos un buen rato. Descansa en Paz, Amigo mío, que lo tienes bien ganado.

2 comentarios:

Eusebio Hervías del Campo dijo...

“Cuando se muere alguien
que nos sueña, se muere
una parte de nosotros”.

Miguel de Unamuno

Anónimo dijo...

Conocí al Abuelo Eugenio hace diez años. Lo volví a ver el año pasado. Qué bella persona. Cuando nos despedimos, lloramos los dos.
Tal vez pensamos que ya no nos veríamos más. Tengo tan presente la imagen de "El Soriano" con su perra y su bastón. En "Usebín" se
prolonga esa bonomía, esa calidad de gente que te hace sentir bien de sólo conocerlo. Leyendo el comentario, es tan hermoso ver el cariño
con que Eugenio (hijo) habla de su padre. A pesar de los 12000kms. que nos separan. hoy mas que nunca quiero estar con ustedes. Que el
Abuelo descanse en paz; que ya tiene un buen lugar entre los elegidos.Para Eugenio el abrazo de quien se enorgullese de llamarlo "mi
hermano". Màs que los lazos familiares, nos ha unido una hermosa amistad. Un saludo emocionado. Omar Palacios, San Carlos de Bolívar, Argentina.

Publicar un comentario