Pero las personas mayores se
siguen cayendo en la acera de la calle San Fernando, a la altura de los números
117 y 121. A algún anciano venerable le ha costado meses de hospital y de dura
rehabilitación, pero como no os ha denunciado, pues, oye, ¡que se joda! Es
absolutamente increíble que esta acera siga así, y que a ninguno de los del
Ayuntamiento se os caiga la cara de vergüenza. ¡Ojalá alguno de los que se van
a caer -porque se van a caer- os denuncie, y la justicia os aplique
responsabilidad civil! Si esto ocurriera, veríais que pronto se arregla.